Redacción
México.- El cuerpo de un bebé de tres meses fue hallado en botes de basura al interior del penal de San Miguel, ubicado en Puebla.
De acuerdo con la organización Reinserta, el menor habría sido asesinado dentro de la cárcel cuando ingresó en una visita familiar y fue un interno quien se percató de los hechos y notificó a las autoridades para que se encontrara al pequeño. Presuntamente, el bebé fue hallado con una incisión abdominal.
“Condenamos enérgicamente a las autoridades penitenciarias del Estado de Puebla, encabezadas por Miguel Barbosa Huerta, gobernador de la entidad; a Jorge Gómez Torres, director del Centro, ya Alfredo Vargas Quintanilla, Subsecretario de Centros Penitenciarios, por este terrible asesinato y por su incapacidad absoluta de mantener el control de un penal en el cual, pasó por desapercibido el asesinato de este bebé”, sentenció el organismo desde sus redes sociales.
Asimismo, Reinserta denunció que este penal es conocido por su autogobierno. Al punto de que el 6 diciembre de 2021 una persona privada de su libertad fue violentamente asesinado y el 28 de diciembre de dicho año se registró una riña entre los internos.
Las autoridades están completamente rebasadas y son cómplices de los actos de corrupción que se viven al interior del penal; que van desde cobro de lista, el ingreso de mujeres sexo servidoras, la manufactura de droga y las peleas de perros par apuestas.
CNDH investiga el hecho
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) anunció una investigación sobre el hallazgo del cuerpo sin vida de un menor de edad, de aproximadamente tres meses, al interior de un contenedor de basura en el Centro Estatal de Reinserción Social (CERESO).
Por tal motivo, el organismo informó que solicitó medidas cautelares al subsecretario de Centros Penitenciarios de Puebla y a la Unidad Especializada de la Fiscalía General de la entidad, a fin de que se colabore con la indagatoria para esclarecer los hechos, se garanticen los derechos humanos y se refuercen los controles de vigilancia, revisión e ingreso en el CERESO.
Al repudiar tales actos y el destino dado al cuerpo del menor, la CNDH afirmó que dará seguimiento puntual a las investigaciones que se realicen desde la Fiscalía General del estado.
Asimismo, hizo un llamado a la Fiscalía General del estado de Puebla a efecto de realizar una investigación seria, comprometida, diligente y eficaz que permita el esclarecimiento de los hechos y determine las responsabilidades correspondientes, y a las autoridades del gobierno de Puebla para reforzar los controles de vigilancia, seguridad, revisión e ingreso en dicho penal y en todos los centros de ese estado, a fin de evitar que hechos como estos se repitan.
Exhortó a que, en las acciones que se realicen, no se violenten o se obstaculicen los derechos humanos de las personas privadas de la libertad en dichos centros, pero sí ejerzan sus funciones a partir de garantizar la debida gobernabilidad al interior.
Respecto al CERESO de San Miguel, Puebla, la CNDH alertó que existe autogobierno, debido a deficiencias en el ejercicio de funciones de autoridad; insuficiencia de personal de seguridad y custodia, entre otras, lo que ha generado que durante los Diagnósticos Nacionales de Supervisión Penitenciaria emitidos de los años 2015 al 2020, haya obtenido calificaciones por debajo o mínimas de 7.