Redacción
Estados Unidos.- Héctor Cabrera Fuentes, reconocido científico mexicano, fue condenado a cuatro años de prisión por una corte federal de Florida, Estados Unidos, por haber realizado labores de espionaje para un gobierno extranjero, Rusia en este caso.
El proceso tiene un desenlace cuatro meses después de que el propio Cabrera Fuentes se declaró culpable por el cargo que se le imputó. La defensa del mexicano cambió de estrategia luego de que se mantuvo como no culpable por alrededor de dos años de juicio, pero finalmente cambió de parecer, en un hecho que le ayudó para poder reducir su condena.
Se trata de un científico especialista en cardiología molecular de 37 años, originario de una comunidad oaxaqueña llamada “El Espinal”. El 16 de febrero de 2020, semanas previas al estallido de la pandemia de Covid-19, fue arrestado en las inmediaciones de la terminal aérea de la ciudad de Miami, a donde había viajado para supuestamente llevar a su hija a un famoso parque temático.
Fue captado por un funcionario de Vladimir Putin en 2019 bajo la encomienda de ubicar e identificar el automóvil de un elemento del gobierno de Estados Unidos, específicamente del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés). Cabrera tuvo que construir una vida discreta, de una persona promedio.
“La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. inspeccionó el teléfono de la compañera de viaje de Fuentes y encontró una imagen de primer plano de la matrícula del vehículo de la fuente del gobierno de EE. UU. en la carpeta “eliminado recientemente”. Cuando se le preguntó sobre la foto, Fuentes admitió que le encargó a su compañera que tomara la foto de la matrícula del vehículo. Fuentes admitió ante los agentes del orden que un funcionario del gobierno ruso le ordenó que realizara esta operación”, se lee en el primer reporte que generó el Departamento de Justicia sobre lo acontecido.
El ahora prisionero admitió ante las autoridades estadounidenses que Rusia lo había presionado para que se convirtiera en informante a cambio de sacar de aquel país a sus dos hijas, que tuvo con una mujer rusa. Es así que estuvo por alrededor de un año como informante ilegal. Poco más de un mes de 2020, un año después de haber sido reclutado por los rusos, el científico fue arrestado tras ser atrapado proporcionando datos y fotografías mediante su teléfono celular.
Antes de ser detenido, Cabrera trabajaba en Singapur como profesor asociado en una Facultad de Medicina dirigida conjuntamente por la Universidad de Duke y la Universidad Nacional de Singapur. En 2018, también fue nombrado director del Centro de Biotecnología – FEMSA del Tecnológico de Monterrey en el norte de México. Además, obtuvo doctorados en microbiología molecular en Rusia y cardiología molecular en Alemania.
De acuerdo con la agencia Associated Press, Héctor era considerado como una especie de héroe local. Ha sido elogiado por su trabajo para promover la investigación científica, curar a quienes sufren de diabetes y ayudar en la reconstrucción de viviendas después de terremotos devastadores.
“Es extraño que haya pasado esto porque era una persona muy altruista, con mucha conciencia social. Ayudaba a su gente y se me hace raro esto que pasó”, comentó hace casi dos años Hazael Matus, el alcalde de la ciudad donde nació Cabrera para AP. “No sabemos qué pasó, pero yo apuesto que es una confusión o es un ataque en cuestión científica. Algo traía él o algo descubrió que está incomodando a las personas, a algunos intereses”, agregó Matus.