Redacción
Guerrero.- Fueron más de cien sicarios de la Nueva Familia Michoacana, todos encapuchados y equipados con fusiles AK-47 y R-15, los que asesinaron a siete pobladores de la comunidad de El Duranzo, en Guerrero, entre ellos un niño de 11 años.
Eran alrededor de las 13:30 horas del pasado sábado 10 de diciembre cuando una 50 camonetas rotuladas con las letras “FM” irrumpieron en la comunidad ubicada en los alto de la sierra de Coyuca de Catalán, en la región de Tierra Caliente.
De acuerdo con fuentes federales y estatales, los hombres de la Familia Michoacana sacaron a las víctimas de sus domicilios particulares y los llevaron a la canca de la Escuela Primaria “Ignacio Zaragoza” para una “reunión pacífica”.
Sin embargo, cuando los lugareños se reunieron todos juntos en ese lugar, los sicarios dispararon contra ellos y en el suelo de la cancha quedaron los cuerpos de seis campesinos acribillados que fueron identificados como José Luis, Vladimir, Isidro Gómez, Daniel Villanueva, Fernando y Elder.
Después de que terminó la balacera, lo sicarios recorrieron el pueblo y en la calle principal le rociaron gasolina y le prendieron fuego a un hombre identificado como Bonifacio Torres que viajaba a bordo de su cuatrimoto.
También siguieron disparando contras las fachas de algunas paredes y amenazaron con regresar y asesinar a todos los pobladores y quemar sus viviendas, según los reportes. “Salieron del pueblo disparando en contra de diversas viviendas”, detalló la fiscalía en un comunicado.
Casi 24 horas después de la masacre, los cuerpos de las víctimas seguían tirados afuera y adentro de las instalaciones de la Escuela Primaria “Ignacio Zaragoza”, de acuerdo con lo declarado por los pobladores al periódico Reforma.
“Ante la inacción de autoridades del Estado de Guerrero, gobernado por la morenista Evelyn Salgado, familiares de los muertos decidieron llevarlos a una casa y velarlos en esta región de Tierra Caliente, a 334 kilómetros de Chilpancingo”, detalló el rotativo de la FGE.
Las autoridades sospechan que los responsables de esta masacre serían presuntos sicarios vinculados con Jhony Hurtado, El Pez, supuesto líder de dicha organización criminal.
El pasado jueves 17 de noviembre, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió nuevas sanciones contra el grupo criminal “La Familia Michoacana” y sus líderes Johnny Hurtado Olascoaga, alias “El Pez” y José Hurtado Olascoaga, “El Fresa”, por su contribución al tráfico de enervantes.
“El Pez” y “El Fresa” han sido catalogados como un “riesgo significativo” para los Estados Unidos por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) e incluso fueron señalados de estar cada vez más presentes en el tráfico de fentanilo arcoíris, una nueva presentación del opioide que ha sido dada a conocer recientemente.
Ambos han sido descritos en EEUU como “dos de los delincuentes más buscados en México”, ya que por los dos se ofrecen recompensas de hasta 500 mil pesos mexicanos por información relevante y veraz que conduzca a su arresto.