Redacción
Vaticano.- Cerca de 40 mil personas han entrado en la basílica de San Pedro del Vaticano para rendir homenaje a Benedicto XVI, cuyos restos mortales están situados justo delante del monumental baldaquino, obra del italiano Gian Lorenzo Bernini, en la basílica de San Pedro.
Según cifras de la gendarmería del Vaticano, desde las 9:00 horas y hasta las 14:00 horas, – en estas 5 primeras horas en las que ha estado abierta la capilla ardiente- 40 mil personas se han acercado a darle el último adiós al papa emérito.
Los restos mortales del Papa Emérito Benedicto XVI fueron trasladados la madrugada del lunes a la Basílica de San Pedro, donde permanecerán hasta el 4 de enero. Miles de personas ingresan a la basílica para orar y presentar sus respetos a Benedicto XVI. https://t.co/1OeGay3Fm9
— ACI Prensa (@aciprensa) January 2, 2023
El difunto Benedicto XVI descansa sobre un catafalco, cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja y lleva en la cabeza una mitra blanca adornada. Además en sus manos entrelaza un rosario en sus manos.
A diferencia de sus predecesores, no lleva el palio papal, la cinta de lana con cruces que se pone sobre los hombros y que simboliza la potestad de gobierno en una determinada jurisdicción. De hecho, será enterrado sin vestir el palio, que se colocará en el ataúd como se hace para los obispos eméritos, según han informado los medios italianos.
El funeral de Benedicto XVI que será oficiado por el Papa Francisco el próximo jueves a las 9:30 horas en la plaza de San Pedro del Vaticano será «solemne, pero sobrio», según anunció el Vaticano, y solo asistirán de forma oficial delegaciones de gobierno y presidencia de Italia y Alemania.
Los embajadores ante la Santa Sede han sido invitados oficialmente a la misa del funeral, según ha podido saber Europa Press. Por tanto, está previsto que también la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá, asista. Si algún jefe de Estado o de Gobierno quiere asistir al funeral de Benedicto XVI podrá hacerlo, pero lo hará a título personal.
De momento, el rey Felipe de Bélgica y su esposa, la reina Matilde, han confirmado su asistencia. También lo ha hecho el presidente de Polonia, Andrzej Duda.
El jueves a las 9:30 su sucesor, Francisco, presidirá el funeral en la plaza de San Pedro, ante la presencia de fieles, delegaciones oficiales de Italia y del país natal de Ratzinger, Alemania, así como de otras autoridades que se espera sean convocadas.
Siempre quise saludar al papa #BenedictoXVI, hoy tengo la oportunidad de rezar frente al cuerpo del más grande teólogo de los últimos tiempos y futuro doctor de la Iglesia, poco valorado socialmente. pic.twitter.com/SOUhcU3NMW
— Μaría Langarica (@marialangaricac) January 2, 2023
El teólogo alemán, que murió el sábado a los 95 años, dirigió la Iglesia Católica durante ocho años antes de convertirse en el primer papa en seis siglos en dimitir en 2013.
Tras el funeral, sus restos serán sepultados en las tumbas debajo de la basílica de San Pedro.
Benedicto murió en el monasterio Mater Ecclesiae dentro de los jardines del Vaticano, que había sido su hogar durante la última década.
Su cuerpo fue trasladado la madrugada del lunes a la basílica donde, durante tres días en horario diurno, los fieles podrán despedirse.
El Vaticano publicó el domingo fotos de su cadáver, vestido con túnicas rojas de luto papal y con una mitra con borde dorado en la cabeza, en un catafalco en la capilla del monasterio.
La sorpresiva renuncia de Benedicto XVI creó la situación extraordinaria de tener dos “hombres de blanco”, él y Francisco, en el Vaticano.
Su funeral también abrirá nuevos caminos.
Las muertes papales generalmente desencadenan la convocatoria de un cónclave de cardenales para elegir un sucesor, pero esta vez Francisco permanece en el cargo y dirigirá los procedimientos.
El funeral de Benedicto XVI será “solemne pero sencillo”, dijo el Vaticano, después de lo cual será enterrado en las tumbas papales bajo la Basílica de San Pedro.
El Vaticano aún no ha dado a conocer los detalles de la lista de invitados, más allá de decir que incluirá delegaciones de Italia y la Alemania natal de Benedicto XVI.
Sirviente fiel
El último funeral papal, de Juan Pablo II en 2005, atrajo a un millón de fieles y jefes de Estado de todo el mundo, aunque Benedicto fue una figura más divisiva.
Un teólogo brillante, alienó a muchos católicos con su firme defensa de los valores tradicionales y, como papa, trabajó por imponer su autoridad sobre la iglesia mientras luchaba contra una serie de crisis, incluso por el abuso sexual del clero.
Su sucesor tiene una figura muy diferente, un jesuita argentino que se siente más a gusto entre su rebaño y ha buscado forjar una iglesia más compasiva.
El Papa Francisco rindió homenaje a Benedicto en tres eventos de Año Nuevo en el Vaticano durante el fin de semana, “agradeciendo a Dios por el regalo de este fiel servidor del Evangelio y de la Iglesia”.
Francisco, de 86 años, planteó la posibilidad de seguir el ejemplo de Benedicto y renunciar si no puede cumplir con sus deberes.
En julio, tras sufrir problemas en la rodilla que le han obligado a depender de una silla de ruedas, admitió que necesitaba reducir la velocidad o pensar en hacerse a un lado.
El mes pasado, Francisco reveló que había firmado una carta de renuncia cuando asumió el cargo en caso de que su mala salud le impidiera cumplir con sus funciones.