Redacción
México.- Durante el segundo día de su comparecencia ante la Corte del Distrito Este de Nueva York, Sergio Barragán Villarreal, ‘Grande’, confirmó que el entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, fue secuestrado en Morelos por órdenes de Arturo Beltrán Leyva, ‘El Barbas’.
El ‘levantón’ del funcionario, de acuerdo con el dicho del narcotraficante, fue para advertirle que siguiera colaborando con su organización criminal, pues para esa fecha ya sostenía una feroz batalla en contra de sus antiguos aliados: Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán e Ismael Zambada García, capos del Cártel de Sinaloa.
García Luna fue interceptado cuando se dirigía a Cocoyoc, fue llevado a una casa donde estaba ‘El Barbas’, quien, entre otras cosas, le dijo que esa acción demostraba lo fácil que era llegar a él. Tras unas horas de charla entre ellos, lo dejaron en libertad.
Aunque ‘El Grande’ no precisó la fecha, Reforma publicó el 23 de octubre de 2008 que el 18 de ese mismo mes y año los escoltas del funcionario habían sido levantados por un comando armado que viajaba en ocho camionetas.
García Luna negó en ese entonces que él estuviera entre los secuestrados y aseguró que se trataba de los elementos de su avanzada.
Ante los integrantes del Jurado, Barragán Villarreal aseguró que, infiltrado como supuesto agente de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), participó el 20 de octubre de 2008 en la captura del ‘Rey’ Zambada, ocurrida en la Colonia Lindavista, en la Ciudad de México.
El narcotraficante, quien a finales de los noventa había sido Policía Judicial Federal, señaló que la captura de ’El Rey’ fue en represalia por la captura de Alfredo Beltrán Leyva, ‘El Mochomo’, quien había sido capturado por el Ejército en enero de 2008 y a los distintos golpes que las autoridades habían dado en contra de los Beltrán Leyva por presuntas delaciones atribuidas al ‘Chapo’ y al ‘Mayo’ Zambada.
El narcotraficante dijo que antes del operativo en Lindavista ya habían proporcionado datos al Ejército sobre la ubicación del ‘Rey’, que en aquellos años operaba en la Ciudad de México, sin embargo, los militares le habían vendido la información al capo y éste evitó la captura.
Por ello, cuando lo localizaron el casa de Lindavista, él y otros integrantes de los Beltrán Leyva se disfrazaron de elementos de la SIEDO, en aquel entonces al mando de Marisela Morales Ibáñez, y llevaron a cabo el operativo en el que se registró una balacera y requirieron apoyo de la Policía capitalina.
‘El Grande’ dijo que existía preocupación que una vez detenido ‘El Rey’ fuese cambiado por otra persona, por lo que ordenó que se le tomarán fotografías, pues en México, por la corrupción imperante, todo es posible.
‘El Grande’: con García Luna no teníamos rivales
Sergio Villarreal Barragán ‘El Grande’, operador del Cártel de Sinaloa, fue el primer testigo en el juicio contra el ex Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y acusó sobornos a cambio de protección.
«No teníamos rivales», dijo al aludir que el Cártel de Sinaloa era todopoderoso bajo esa protección.
Villarreal afirmó que García Luna fue crucial para el crecimiento del Cártel de Sinaloa y aseguró que fue testigo de cómo recibió sobornos de millones de dólares.
Dijo que a principios de la década del 2000 -cuando García Luna era jefe de la AFI-, el Cártel de Sinaloa tenía presencia en 5 estados; y después en el 2010, cuando era el jefe de la SSP, el grupo criminal expandió su presencia y control a más de 20 estados.
«Con la ayuda del Gobierno, el Cártel (de Sinaloa) creció en territorio, en la cantidad de droga que movíamos y eliminar a nuestros enemigos. Nos compartía información sobre las investigaciones contra nuestra organización. Ofrecía información para que pudiéramos golpear a nuestros rivales. Fue una gran ayuda porque pudimos crecer y minimizar a nuestro rival. Crecimos en términos de territorio y cantidad de drogas y eliminando grupos rivales», aseguró «El Grande» ayer ante una corte de Brooklyn.
Añadió que el cártel sobornaba también a militares, así como a autoridades estatales y municipales.