Redacción
Roma.- Dos altos prelados de la Curia Romana, el cardenal estadunidense Raymond Burke, exprefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, y el cardenal alemán Gerhard Müller, exprefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, solicitaron que los obispos alemanes sean sancionados por el Vaticano por desmarcarse de la línea de la doctrina y aprobar la bendición de parejas homosexuales.
«Ya se trate de un alejamiento, de una enseñanza herética y de la negación de una de las doctrinas de la fe –o de apostasía en el sentido de simplemente alejarse de Cristo y de su enseñanza en la Iglesia católica– con el fin de abrazar alguna otra forma de religión, se trata de delitos», afirmó Burke en una entrevista con EWTN.
«Quiero decir, que estos (actos) son pecados contra Cristo mismo y, obviamente de la naturaleza más grave. En este sentido, el Código de Derecho Canónico prevé las sanciones oportunas», añadió.
Asimismo, Burke acusó a los obispos alemanes de prender la llama de la «revolución» dentro de la Iglesia, de ignorar la autoridad del Vaticano y hacer la vista gorda ante la oposición del Papa Francisco a sus cambios.
Por su parte, Müller coincidió con Burke en solicitar al Vaticano que los obispos alemanes sean sometidos a juicio dentro de la Iglesia y destituidos de su cargo si no normalizaban sus enseñanzas.
«Debe haber un juicio, y deben ser condenados, y deben ser destituidos de su cargo si no se convierten y no aceptan la doctrina católica», señaló Müller.
«Es muy triste que una mayoría de obispos haya votado explícitamente contra la doctrina revelada, y la fe revelada de la Iglesia católica y de todo nuestro pensamiento cristiano, contra la Biblia, la palabra de Dios en la Sagrada Escritura y en la tradición apostólica y en la doctrina definida de la Iglesia católica», agregó.
La semana pasada el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, echó el freno al camino sinodal alemán que el pasado fin de semana aprobó por amplia mayoría un texto que abre las celebraciones a la bendición de las parejas del mismo sexo a partir de marzo de 2026, al señalar que están adoptando decisiones «que no encajan con lo que es la doctrina actual de la Iglesia».
«No estamos hablando de rebelión, siempre ha habido tensiones y atenciones diferentes en la iglesia, evidentemente el camino sinodal está tomando decisiones que no encajan con lo que es la doctrina actual de la iglesia, aunque digan que todo esto se está llevando a cabo en la plenitud del derecho canónico. Nos confrontaremos sobre esto», dijo Parolin en declaraciones a los periodistas.
Con 176 votos a favor, 14 en contra y 12 abstenciones, el Camino Sinodal alemán aprobó el documento titulado ‘Bendiciones para las parejas que se aman’ con el que se autoriza a los sacerdotes a bendecir «a las parejas que quieran vivir en el amor, la comunión y la responsabilidad».
Preguntado sobre esta resolución, Parolin consideró que la «Santa Sede ya se ha expresado muy claramente con el documento del dicasterio de la Doctrina de la Fe«.
El cardenal italiano se refirió así al documento publicado hace dos años por la Congregación para la Doctrina de la Fe que definió como «ilícita cualquier forma de bendición que tienda a reconocer uniones» entre personas del mismo sexo, porque supondría «aprobar y alentar una elección y una práctica de vida que no pueden ser reconocidas como objetivamente ordenadas a los designios revelados de Dios».
«La posición de Roma es ésa. El diálogo continuará con los obispos alemanes, estas decisiones deben desembocar en la vía sinodal de la Iglesia universal, y veremos qué desarrollos se producen. Una iglesia local no puede tomar una decisión de este tipo que implique la disciplina de la iglesia universal. Debe haber un diálogo con Roma y con el resto de las iglesias del mundo. Debe haber tiempo para este diálogo», manifestó al respecto.