Redacción
Estados Unidos.- El pedido de ayuda del Presidente Andrés Manuel López Obrador a China para controlar el «envío» de fentanilo a México desató una confrontación entre Beijing, que niega tal tráfico, y Washington, que insistió en que los precursores para fabricar el opioide sí proceden del gigante asiático.
AMLO envió hace unos días una carta al presidente Xi Jinping donde solicita apoyo para evitar la exportación de fentanilo de China a México. China negó enviar ilegalmente fentanilo mientras que EU arremetió contra Beijing como responsable del tráfico del opioide.
En su carta, AMLO dice a Jinping: ‘Sería un apoyo inestimable contar con información sobre quiénes importan esta sustancia, en qué cantidad, en qué embarcaciones, cuándo sale de los puertos chinos, o a qué puertos mexicanos llega y el tipo específico de sustancia».
Ayer, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino emitió una respuesta formal a la carta y aseguró que su país no tiene reportes de México de incautaciones de fentanilo procedente de China.
La vocera de la Cancillería, Mao Ning, aseguró que el problema del fentanilo estaba en Estados Unidos, país que debía resolver la grave crisis de mortalidad por el consumo de esa droga.
«La causa raíz de la sobredosis se encuentra en el propio Estados Unidos. El problema es completamente ‘hecho en Estados Unidos'», dijo la vocera del Ministerio chino, Mao Ning.
Cuestionado sobre los dichos de la Cancillería china, el Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró ayer que el tráfico de fentanilo es prioridad de la Casa Blanca, e insistió en que los precursores químicos base para la fabricación ilegal del opioide sintético tienen origen en China.
«El Secretario (Blinken) considera que la amenaza que representa el fentanilo es una prioridad», dijo ayer el vocero de la dependencia, Vedant Patel, en su conferencia diaria. «Los precursores de fentanilo que se originan en China y otras partes del mundo», apuntó.
Estados Unidos afirma que más de 71 mil estadounidenses mueren anualmente por consumo de fentanilo.
El Gobierno mexicano no ha emitido algún comentario derivado de las respuestas de Beijing y Washington.