Redacción
México.- El capitán Luis Guzmán Reveles, veterano sobreviviente de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana que participó en la Segunda Guerra Mundial, falleció el pasado 21 de junio.
Él fue integrante del Escuadrón 201, el batallón que envió México a formar parte de las tropas aliadas que combatieron en contra de Adolfo Hitler en la Segunda Guerra Mundial. En plena batalla los mexicanos se autonombraron Las Águilas Aztecas.
El grupo lanzó casi mil 500 bombas y acumuló más de mil 900 horas de combate en un total de 96 misiones. Contribuyeron a desplazar al ejército japonés de Filipinas, en donde incluso hay monumentos al batallón mexicano. En México el monumento en honor a los hombres del escuadrón, está en el Boque de Chapultepec.
Guzmán Reveles era el último veterano especialista en Mantenimiento de Aviación. Falleció a la edad de 96 años. Fue uno de los soldados del aire más jóvenes que integraron el “Escuadrón 201”, único contingente armado mexicano que combatió a las potencias del Eje, en el Teatro de Operaciones del Pacífico, durante dicho conflicto armado.
Nació el 21 de julio de 1926 en la Ciudad de México e ingresó a la Fuerza Aérea Mexicana el 17 de junio de 1942, como soldado en el Batallón Mixto de Aeronáutica. Causó baja del activo y alta en situación de retiro el 11 de mayo de 1960. Sin embargo, el 1 de agosto de 1973 solicitó reingresar al servicio activo, pasando a situación de retiro el 16 de diciembre de 1979, después de 24 años de servicio.
Su deceso lo dio a conocer la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de un comunicado en el que señala que el veterano de guerra se distinguió por su profesionalismo, liderazgo, dedicación y lealtad a la Patria; virtudes que le permitieron ascender a través de la escala jerárquica militar y ejercer el mando de manera sobresaliente, en múltiples cargos y comisiones.
El Servicio Funerario Militar se llevó a cabo dentro de la Unidad Habitacional Militar, ubicada en Lomas de Sotelo, Ciudad de México.
La muerte del capitán Luis Guzmán Reveles se suma a la ocurrida apenas un año antes, el 4 de febrero de 2022, cuando el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, dio a conocer el deceso, a los 102 años de edad, del coronel Carlos Garduño Núñez. quien ostentó el grado de Coronel de Fuerza Aérea Piloto Aviador.
Él era el último piloto con vida del Escuadrón 201, el batallón que envió México a la Segunda Guerra Mundial.
En julio de 1944, México envió 2 jefes, 52 oficiales y 244 elementos de tropa, a disposición de los aliados estadounidenses. Eran en total 36 pilotos, donde solo 16 fueron organizados en cuatro escuadrillas, de cuatro elementos cada una. El resto eran pilotos de reemplazo, en caso de que algún elemento de las cuadrillas perdiera la vida.
A la delegación mexicana le asignaron aviones veteranos P-47 Thunderbolt, maquinarias grandes, pesadas, y complicadas de manejar. Los estadunidenses se quedaron con los P-51, más rápidos, más ligeros y desde luego más nuevos. El valor total de las aeronaves prestadas era de 14.6 millones de dólares.
“En entrenamiento, dos mexicanos murieron, primero fue el segundo teniente Cristóforo Salido, en enero de 1945, y más tarde el primer teniente Javier Martínez el 10 de marzo del mismo año. Cinco pilotos más murieron en las misiones, aunque ninguno consecuencia directa de un combate. Entre las causas estaban exceso de velocidad, fallas en el sistema, o gasolina insuficiente, o mal clima con malas condiciones de visibilidad. Uno más falleció en hospital militar debido a una enfermedad obtenida en Luzon”, señala el portal Xataka, en un trabajo titulado “La vez que México fue a l a Guerra y la ganó. La historia olvidada de los veteranos del Escuadrón 201”.