Redacción
CDMX.- La Terminal de Autobuses del Oriente (TAPO) se convirtió en el escenario perfecto para un encuentro lleno de emoción y entusiasmo entre los Diablos Rojos de la Ciudad de México y sus fervientes seguidores. El pasado 16 de agosto, los jugadores Brandon Jaime, Ramón Flores y Víctor Morales se unieron para ofrecer una inolvidable firma de autógrafos que dejó huella en los corazones de los aficionados.
En el contexto de los emocionantes playoffs, los deportistas hicieron acto de presencia en la TAPO para sorprender a los pasajeros que esperaban sus autobuses y para compartir un momento único con aquellos que vibran con la pasión escarlata.
La llegada de los jugadores en el Autobús Oficial fue recibida con algarabía y alegría. Acompañados por el Ing. Luis Emanuel Valdivia, Gerente General México Oriente MOBILITY ADO, los atletas fueron recibidos con una calurosa bienvenida y palabras de agradecimiento por parte de Valdivia, quien destacó el compromiso de ADO con el deporte y su comunidad.
Dentro de la sala de espera, los seguidores se unieron ansiosos para obtener autógrafos y conocer de cerca a sus ídolos deportivos. La fila se formó desde temprano, y tanto los pasajeros como los aficionados se unieron en una interacción llena de pasión y entusiasmo. Además de los autógrafos, los asistentes participaron en divertidas dinámicas en las que tuvieron la oportunidad de llevarse a casa artículos de ADO y Diablos Rojos.
Los jugadores compartieron su gratitud y felicidad al experimentar el afecto y admiración de los presentes. Para ellos, este tipo de eventos no solo fortalecen su conexión con los fans, sino que también les brindan una dosis extra de energía y motivación para continuar dejando en alto el nombre de los Diablos Rojos.
La firma de autógrafos en la TAPO no solo fue un encuentro deportivo, sino una experiencia que dejó en evidencia la pasión y el cariño que los aficionados tienen por su equipo. Con momentos llenos de alegría y emociones compartidas, los Diablos Rojos reafirmaron su compromiso con sus seguidores y dejaron una huella imborrable en el corazón de la Ciudad de México.