Redacción
Brasil.- Un grupo de investigadores del Instituto Butantan en Brasil ha logrado identificar una sustancia con propiedades antiinflamatorias extraída del veneno de una especie de pez. Esta sustancia se ha mostrado eficaz en el tratamiento del asma, según informaron fuentes oficiales el día de hoy.
La proteína, denominada TnP, logró reducir en más del 75% el número de células inflamatorias que contribuyen al daño en los tejidos pulmonares, un problema característico del asma. El estudio, que destaca la eficacia de la proteína derivada del veneno del pez sapo de punta pálida («Thalassophryne nattereri»), también conocido como niquim en Brasil, fue publicado en la última edición de la revista científica Cells.
Esta proteína fue inicialmente descubierta en 2007 por las inmunólogas Carla Lima y Mónica Lopes Ferreira, ambas investigadoras del Instituto Butantan. Desde entonces, ha sido sintetizada en laboratorio y patentada por el mismo instituto. La sustancia ya había sido considerada como una posible candidata para tratar enfermedades inflamatorias crónicas.
En un estudio específico para tratar el asma, los investigadores administraron la proteína TnP a un grupo de animales con esta enfermedad, comparando los resultados con un grupo tratado con dexametasona (un fármaco convencional para el asma) y otro grupo al que se le dio un placebo. Los resultados fueron notables: la proteína TnP redujo en un 75% el número de células inflamatorias y eliminó por completo el número de eosinófilos, los cuales son responsables de la inflamación en la mitad de los pacientes con asma.
El tratamiento con TnP también mostró efectos positivos en la reducción de la hiperplasia de las células bronquiales productoras de moco, lo cual es esencial para aliviar los síntomas del asma. A diferencia de las terapias convencionales, que a menudo tienen efectos secundarios como taquicardia y agitación, el tratamiento con TnP no presentó ningún efecto adverso.
El pez sapo de punta pálida, conocido por su veneno, ha sido objeto de estudio en el Instituto Butantan desde 1996. Habita las aguas del Atlántico entre el nordeste de Brasil y el noroeste de Colombia. Aunque su veneno puede causar accidentes entre bañistas debido a su hábito de esconderse en la arena y sobrevivir fuera del agua por hasta 18 horas, los investigadores han logrado transformar esta peculiaridad en una potencial solución para una enfermedad respiratoria tan prevalente como el asma.