Redacción
México.- Ambientalistas de México y Estados Unidos han advertido que el muro fronterizo no ha logrado detener el flujo de migrantes y, en cambio, está perjudicando la migración y el hábitat de especies como el jaguar, un felino que atraviesa la Sierra Madre Occidental desde Sonora, México, hacia el estado de Arizona, EE. UU.
Cecilia Aguilar Morales, coordinadora de proyectos en Wildlands Networks, una organización que se dedica a la reconexión de la vida silvestre en Norteamérica, destacó que el retiro de los contenedores marítimos utilizados como parte del muro fronterizo significó un avance en la recuperación de los hábitats naturales. No obstante, el Gobierno estadounidense sigue teniendo proyectos para reforzar el muro fronterizo y frenar el flujo migratorio actual.
Desde la administración anterior en Estados Unidos, bajo el mandato de Donald Trump, se inició la construcción de un muro en áreas donde no existía previamente, y se aumentó la altura del muro. En algunas zonas entre Sonora y Arizona, se utilizaron contenedores marítimos como parte del muro. Aunque estos contenedores han sido retirados, el problema persiste, ya que existen otras secciones del muro y la conectividad no se ha restaurado completamente.
Esta semana, en la ciudad de Hermosillo, se celebró la Cumbre Jaguar del Noroeste, que reunió a especialistas en la conservación de especies, incluyendo el jaguar. El objetivo de la cumbre era acordar acciones para lograr la reconexión ecológica dañada por la modernización del muro fronterizo.
Además del retiro de los contenedores marítimos utilizados como parte del muro entre Sonora y Arizona, los especialistas lograron el compromiso de las autoridades migratorias y de seguridad de instalar pasos de fauna y abrir «puertas» en lechos de ríos y arroyos en zonas agrestes.
El muro ha demostrado ser una barrera infranqueable para la fauna, mientras que los seres humanos siguen pasando con relativa facilidad. El jaguar, cuyo hábitat alguna vez se extendía desde Arizona y Nuevo México en Estados Unidos hasta selvas en el norte de Argentina, ha visto su presencia reducida debido a la modernización y la degradación de su hábitat.