Redacción
Reino Unido.- La bebé Indi Gregory, de 8 meses, se encuentra en el centro de una controversia internacional después de que médicos británicos suspendieran el tratamiento que la mantenía con vida. La menor, afectada por una enfermedad mitocondrial incurable y poco común, sigue con signos vitales, según informes de agencias internacionales y el grupo Christian Concern, que respalda a los padres de la pequeña.
Indi está en el epicentro de una batalla legal entre sus padres, Dean Gregory y Claire Staniforth, y el hospital de Nottingham, donde recibía tratamiento. Los médicos argumentaban que continuar con el tratamiento era inútil y doloroso, posición que la pareja desafió.
La enfermedad mitocondrial que afecta a Indi impacta la producción de energía en sus células, generando un dolor profundo. La suspensión del tratamiento fue decidida por un tribunal de apelación, determinando que debía interrumpirse en un centro médico, no en el hogar de los padres como estos solicitaban.
La bebé fue trasladada a un hospicio, donde, según Christian Concern, «dejó de respirar anoche y luego volvió a hacerlo». El caso tomó un giro diplomático con la intervención directa de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien concedió a la bebé la nacionalidad italiana, respaldando los valores familiares católicos tradicionales de su partido de extrema derecha.
A pesar de la intervención de Roma, un juez del tribunal superior inglés dictaminó que la decisión inicial sobre la suspensión del tratamiento permanece inalterada.
La enfermedad mitocondrial carece de cura, ya que es genética y afecta la capacidad de las células para producir energía. La noticia ha suscitado respuestas de apoyo y preocupación a nivel mundial, incluido el Papa Francisco, quien expresó sus oraciones por la familia de Indi Gregory y todos los niños que enfrentan enfermedades similares.