Redacción
México.- La demanda estadounidense por aguacates, intensificada por eventos como el Super Bowl, está contribuyendo a la deforestación generalizada y al robo de agua en los estados de Michoacán y Jalisco, según informó la ONG Climate Rights International. La organización, que se centra en destacar cómo las violaciones de los derechos humanos contribuyen al cambio climático, reveló que aguacates cultivados para la exportación a Estados Unidos y otros mercados internacionales están poniendo en riesgo los bosques mexicanos.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) señaló que la afición estadounidense por los aguacates aumentó significativamente desde principios de la década de 2000. Aunque Estados Unidos produce alrededor de 400 millones de libras de aguacates anualmente, las importaciones, especialmente de México, respaldan el 90 por ciento del suministro interno.
Climate Rights International analizó mapas de 50 mil huertas de aguacates certificadas para exportación a Estados Unidos y descubrió que varias de ellas estaban utilizando tierras deforestadas en 49 de los 56 municipios de Michoacán y Jalisco que exportan a Estados Unidos. Empresas importantes como Calavo Growers, Fresh Del Monte Produce, Mission Produce, West Pak Avocado y Aztecavo fueron identificadas como abastecedoras de aguacates cultivados en tierras deforestadas.
La organización también señaló que la alta demanda de aguacates en Estados Unidos ha contribuido a la presencia de grupos del crimen organizado en la región. Las comunidades indígenas purépechas, conscientes de la relación entre los cárteles y la industria aguacatera, han enfrentado violencia e intimidación al tratar de proteger los bosques.
Además de representar una amenaza para los bosques, la deforestación y el robo de agua podrían agravar la sequía y la aridez en la región, según las proyecciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Climate Rights International insta a las autoridades mexicanas a implementar efectivamente las leyes vigentes que prohíben la deforestación ilegal y el uso no autorizado de agua, prohibir el registro de huertas de aguacates que contengan terrenos deforestados recientemente, y adoptar medidas para proteger los derechos humanos de comunidades indígenas y defensores ambientales.