Redacción
Estados Unidos.- Este martes, los reguladores de California aprobaron una nueva norma que permite a diversas agencias reciclar aguas residuales para utilizarlas como fuente de agua potable en hogares, negocios y escuelas. Durante décadas, el estado ha enfrentado desafíos para garantizar una fuente confiable de agua potable para sus más de 39 millones de habitantes. A pesar de que iniciativas similares estaban en discusión, la opinión pública había obstaculizado su implementación.
California ha enfrentado diversas sequías extremas, siendo la más reciente un periodo de tres años que los científicos consideran el más seco registrado, dejando las reservas del estado en niveles peligrosamente bajos.
«El agua es muy valiosa en California. Es importante que la usemos más de una vez», señaló Jennifer West, directora general de WateReuse California, un grupo defensor del uso de agua reciclada.
Aunque California ha estado utilizando aguas residuales recicladas para usos como hacer hielo en pistas de hockey y producir nieve en complejos de esquí, la novedad radica en su aplicación directa para consumo humano. El condado de Orange ya opera un sistema que recicla aguas residuales para rellenar acuíferos subterráneos, pero ahora estas normas permitirán que las agencias proveedoras de agua traten las aguas residuales y las utilicen directamente para el suministro de agua potable.
California se convierte así en el segundo estado, después de Colorado, en permitir este proceso. Las nuevas normas requieren que las aguas residuales sean tratadas para eliminar todos los patógenos y virus, incluso si no están presentes en ellas. Este enfoque difiere de las normas convencionales de tratamiento de agua, que solo exigen el tratamiento contra patógenos conocidos.
Darrin Polhemus, subdirector de la división de agua potable de la Junta de Control de Recursos Hídricos de California, destacó que el tratamiento es tan riguroso que elimina minerales que aportan sabor al agua, los cuales deben ser reintroducidos al final del proceso. «La calidad del agua potable es la misma, y probablemente mejor en muchos casos», afirmó Polhemus.