Redacción
Estados Unidos.- En un estudio reciente liderado por Naixin Qian y colaboradores de la Universidad de Columbia, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), se ha revelado un descubrimiento inquietante: la presencia de nanopartículas de plástico en el agua embotellada. Estas diminutas partículas, diez veces más pequeñas que los microplásticos, pueden penetrar directamente en el torrente sanguíneo, alcanzando órganos vitales como el corazón y el cerebro.
Hasta ahora, la atención se centraba en los microplásticos en el agua embotellada, pero gracias a una tecnología mejorada, los científicos han descubierto un nuevo escenario: los nanoplásticos, resultado de la descomposición más profunda de los microplásticos. Este hallazgo desvela que la cantidad de nanoplásticos en el agua embotellada es diez veces mayor de lo estimado anteriormente.
El estudio, que utilizó la microscopía de dispersión Raman estimulada, revela que un litro de agua embotellada contiene, en promedio, alrededor de 240,000 fragmentos de plástico detectables, una cifra de 10 a 100 veces mayor que las estimaciones anteriores, que se basaban en tamaños más grandes.
Lo más preocupante es la capacidad de los nanoplásticos para viajar a través de los intestinos y los pulmones, accediendo directamente al torrente sanguíneo y, potencialmente, afectando órganos críticos como el corazón y el cerebro. Además, estos diminutos contaminantes pueden atravesar la placenta, afectando a los bebés por nacer.
Las marcas de agua embotellada examinadas en los Estados Unidos, que no fueron reveladas, mostraron una presencia significativa de nanoplásticos, especialmente de polietileno tereftalato (PET), comúnmente utilizado en botellas de agua. Sin embargo, la sorpresa fue la prevalencia de poliamida, un tipo de nailon, posiblemente proveniente de filtros plásticos utilizados en la purificación del agua antes de ser embotellada.
El equipo de investigación advierte que los siete tipos de plástico investigados representan solo alrededor del 10% de todas las nanopartículas encontradas, subrayando la complejidad de la composición de partículas en lo que aparenta ser una muestra de agua simple.
Ante este preocupante descubrimiento, los científicos planean expandir su investigación para analizar la presencia de nanopartículas en el agua del grifo y en diversos tejidos humanos. El objetivo es evaluar los posibles efectos en el desarrollo y el sistema nervioso, lo que destaca la necesidad urgente de comprender y abordar este problema emergente de contaminación.