Redacción
Buenos Aires.- Miles de personas se congregaron hoy en la Plaza del Congreso en Buenos Aires, marcando el inicio del primer paro nacional en contra del gobierno de Javier Milei y las medidas de desregulación y reformas estatales, como el controvertido Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70 y la ley ómnibus, que buscan derogar o modificar más de 300 normas.
Convocada por la Central de Trabajadores (CGT) y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), la huelga cuenta con la adhesión de numerosos gremios y agrupaciones, dando lugar a una movilización que partió hacia el Congreso a las 12 del mediodía. Se espera que en las próximas horas haya protestas y marchas en todo el país.
La Plaza del Congreso ya se encuentra colmada de manifestantes, mientras que diversas columnas se movilizan desde distintos puntos del centro porteño. Sin embargo, la Gendarmería y la Prefectura han intervenido para impedir el avance de los manifestantes por el Puente Pueyrredón.
En respuesta al paro, el vocero presidencial, Manuel Adorni, reiteró que se descontará el día a los trabajadores estatales que adhieran a la medida. Afirmó que el paro es más político que en defensa de los trabajadores y expresó extrañeza por la rapidez con la que se convocó a la medida de fuerza.
El ministro de Economía, Luis Toto Caputo, se unió a las críticas, destacando en redes sociales que la sociedad está ante un «paro político por tocarles privilegios». La ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, había calificado previamente a los convocantes del paro como «oligarquía de millonarios» y «falsos representantes de los trabajadores».
La movilización y el paro nacional son vistos como una respuesta inmediata a las medidas gubernamentales, con la sociedad expresando su descontento y preocupación por las reformas impulsadas por el gobierno de Javier Milei.