Redacción
México.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respondió contundentemente a un reportaje que insinuaba la entrega de dinero por parte de importantes narcotraficantes a sus operadores políticos. Calificó la información como «calumnia» y apuntó directamente al gobierno de Estados Unidos, especialmente al Departamento de Estado, acusándolo de permitir prácticas «inmorales y contrarias a la ética política».
En una conferencia de prensa, López Obrador desestimó la falta de pruebas en el reportaje y la catalogó como parte de una estrategia para desestabilizar a México, especialmente en un contexto de procesos electorales en ambos países. El presidente negó cualquier participación en supuestas donaciones de narcotraficantes y desafió a presentar evidencia concreta. Aunque anunció que no tomará acciones legales, criticó a los medios de comunicación por lo que considera una presunta subordinación al poder estadounidense.
El reportaje que generó la respuesta de López Obrador sugiere que narcotraficantes habrían entregado alrededor de 2 millones de dólares a operadores políticos del presidente mexicano a cambio de permisos para operar. El mandatario cuestionó la integridad del autor del reportaje y enfatizó que México está en su «mejor momento», a pesar de las críticas.
López Obrador acusó directamente a agencias estadounidenses, como la DEA, de interferir en decisiones y operaciones de seguridad en México. A pesar de las tensiones, aseguró que la relación bilateral es respetuosa, pero destacó la presencia de agencias dedicadas a la «subversión, espionaje y chantaje».
En el cierre de la conferencia, el presidente mexicano dirigió sus críticas hacia la fuente de la investigación de la DEA, Jennifer, señalando su conexión con testigos en casos previos que han colapsado. Este enfoque busca desacreditar la validez de la información y cuestionar la credibilidad de los involucrados en las acusaciones.