Redacción
Italia.- En las profundidades del mar Mediterráneo, un equipo de arqueólogos ha hecho un descubrimiento extraordinario esta semana. Se trata de un fragmento de mármol que, según los expertos, pertenecía al majestuoso Templo de Zeus, una imponente estructura dórica que alguna vez se alzó en la antigua ciudad de Akragas, conocida hoy como Agrigento, en Sicilia.
El Templo de Zeus, mandado a construir por el tirano Terón tras su victoria en la batalla de Himera en el año 480 a.C., fue una de las mayores construcciones de su época, con unas dimensiones asombrosas de 112 metros de largo y 56 metros de ancho. Sin embargo, nunca llegó a completarse debido a la conquista de Akragas en el año 406 a.C., según relatos del historiador griego Diodorus Siculus.
El fragmento encontrado, que se presume formaba parte de la decoración frontal del templo, representa un caballo en posición rampante, un elemento icónico en las representaciones artísticas griegas. Este descubrimiento fue posible gracias al trabajo conjunto del subgrupo BCSicilia, dirigido por el ingeniero Gaetano Lino, y buzos de la Unidad de Buceo de los Carabinieri, junto con representantes de la Superintendencia del Mar y la Unidad de Protección del Patrimonio Cultural de los Carabinieri.
El hallazgo se realizó a nueve metros de profundidad, a unos 300 metros de la costa siciliana. El fragmento de mármol, que mide aproximadamente 2 metros de largo por 1,6 metros de alto y 35 centímetros de espesor, proviene de las canteras de la isla turca de Mármara.
Este emocionante descubrimiento arqueológico no solo añade piezas al rompecabezas de la historia antigua, sino que también promete arrojar nueva luz sobre la construcción del Templo de Zeus y las civilizaciones que lo erigieron. Además, este templo, junto con el Valle de los Templos donde se encontraba, ha sido reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO, lo que otorga una importancia aún mayor a este hallazgo.