Redacción
Francia.- Los trabajadores de la Torre Eiffel en París han tomado medidas drásticas al declararse en huelga, denunciando lo que describen como un mal manejo financiero del emblemático monumento parisino. La protesta ha llevado al cierre temporal del sitio, dejando a los turistas con planes frustrados y obligándolos a buscar alternativas para su visita.
A la entrada del monumento, un letrero en inglés anunciaba la huelga: «Debido a una huelga, la Torre Eiffel está cerrada. Les pedimos disculpas». Esta acción, impulsada por el sindicato CGT, ha puesto de manifiesto las tensiones entre los empleados y la administración sobre los términos laborales y financieros.
La creciente afluencia de turistas, especialmente con la proximidad de los Juegos Olímpicos de verano en la capital francesa, ha exacerbado las preocupaciones de los trabajadores sobre su remuneración y las condiciones de trabajo. Con la Torre Eiffel siendo uno de los destinos más visitados del mundo, los trabajadores exigen una compensación acorde con los ingresos generados por la venta de boletos y mejoras en el mantenimiento del monumento.
Marisa Solís, una turista estadounidense, expresó su apoyo a la huelga, destacando la importancia de condiciones laborales justas para los trabajadores. Otros visitantes, como Morgan McKenny, se han visto decepcionados por el cierre del monumento, pero reconocen la importancia de garantizar su preservación a largo plazo.
Los líderes sindicales, representados por Stephane Dieu del sindicato CGT, han criticado el enfoque financiero de la Torre Eiffel, argumentando que se priorizan los beneficios a corto plazo en detrimento de la preservación a largo plazo del monumento y el bienestar de los empleados.
La huelga en la Torre Eiffel refleja las crecientes tensiones laborales y financieras en uno de los sitios más icónicos del mundo, mientras los trabajadores luchan por un trato justo y sostenible en el corazón de la industria turística de París.