Redacción
Chile.- El esquiador alpino Pietro Casartelli, de apenas 18 años, ve obstaculizado su camino hacia el profesionalismo debido a los efectos del cambio climático. La fusión de las pistas de esquí, provocada por el aumento de las temperaturas, ha frustrado sus planes de entrenamiento, como lo demuestra la cancelación de su viaje a un campo de entrenamiento en Chile el año pasado, debido a las altas tasas que pocos podían costear.
Esta situación no es única de Casartelli, ya que todo el panorama de los deportes de invierno en Europa se ve afectado por el calentamiento global. Estaciones como Hautacam, en los Pirineos franceses, han tenido que adaptarse a la falta de nieve, transformándose en destinos de senderismo y ciclismo en lugar de ser refugios para los deportes de invierno.
Josiane Sempe, propietaria de una tienda de alquiler de esquís en Hautacam, expresa su preocupación por el futuro de su negocio, mientras que Marie-Florentine Hulin, responsable de comunicación y marketing en la estación, se cuestiona sobre la viabilidad de mantener el esquí como actividad principal en el invierno.
Las federaciones deportivas también están en alerta. Fabien Saguez, presidente de la Federación Francesa de Esquí, advierte sobre la necesidad de reconsiderar las condiciones en las que se llevan a cabo las carreras de esquí, dadas las inciertas condiciones climáticas.
La preocupación se intensifica ante la proximidad de los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina 2026, con temores de que el cambio climático pueda afectar la competición. El informe de la oficina de auditoría pública de Francia subraya la urgencia de adaptarse a esta nueva realidad, mientras que Stéphane Remy, visitante de Hautacam, sugiere que es hora de explorar nuevas actividades en la naturaleza, como el ciclismo o el senderismo, ante la posibilidad de que la situación de la nieve empeore.