Redacción
Estados Unidos.– El miércoles pasado, el mundo de la música y las redes sociales se entristeció con la noticia del fallecimiento de Cat Janice, la talentosa cantautora que alcanzó la fama en TikTok con una canción viral que dedicó a su hijo. Su hermano, identificado como Cubby, fue quien compartió la triste noticia a través de Instagram, donde también detalló las circunstancias de su partida.
Cat Janice, de 31 años y originaria de Washington, Estados Unidos, había capturado el corazón de millones con su música y su historia de lucha contra el cáncer. En 2022, se le diagnosticó sarcoma, un tipo de cáncer óseo y de tejidos blandos, después de descubrir un pequeño bulto en su cuello. A pesar de someterse a un arduo tratamiento, logró superar la enfermedad inicialmente.
Sin embargo, a principios de 2024, Cat anunció a sus seguidores que su salud se había deteriorado nuevamente, enfrentándose a un cáncer terminal mucho más complicado que el anterior. En un gesto conmovedor, decidió dejar todas sus canciones a su hijo como una forma de asegurar su futuro económico en caso de su fallecimiento.
Una de esas canciones, «Dance Outta my head«, se volvió viral rápidamente en diversas plataformas, llevando el mensaje y el legado de Cat a un público aún más amplio. Su música, llena de emoción y sinceridad, resonó en los corazones de muchos, quienes encontraron consuelo y conexión en sus letras.
El comunicado de su hermano en Instagram anunciaba el triste desenlace: «Esta mañana, desde la casa de su infancia y rodeada de su amorosa familia, Catherine entró en paz en la luz y el amor de su creador celestial». Cubby expresó su eterna gratitud por el apoyo recibido y destacó la contribución de la música de Cat para asegurar el bienestar de su hijo.
Las redes sociales se llenaron de condolencias y mensajes de cariño hacia Cat Janice y su familia. Sus seguidores expresaron su tristeza por la pérdida de una talentosa artista y una valiente luchadora. Su legado musical y su impacto en la comunidad perdurarán en el tiempo, recordándonos el poder sanador y unificador de la música en momentos difíciles como este.