Redacción
Estados Unidos.- El martes será un día crucial para Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, cuando el Tribunal Superior de Londres emita su fallo sobre si podrá apelar contra la extradición de Reino Unido a Estados Unidos. Esta decisión podría marcar el último desafío legal en los tribunales británicos para Assange, cuyas batallas legales se remontan a 2010.
Los fiscales estadounidenses buscan enjuiciar a Assange, de 52 años, por cargos relacionados con la publicación de vastos tesoros de registros militares y cables diplomáticos confidenciales de Estados Unidos por parte de WikiLeaks. Argumentan que estas filtraciones pusieron en peligro la vida de agentes estadounidenses y sostienen que no hay excusa para sus acciones, calificándolo de criminal. Mientras tanto, los partidarios de Assange lo consideran un héroe del periodismo, procesado por exponer las irregularidades del gobierno de Estados Unidos.
Reino Unido aprobó la extradición de Assange en 2022, pero desde entonces ha estado intentando revocar esa decisión. Su primer intento de apelar fue rechazado, lo que llevó a una audiencia de dos días el mes pasado en la que sus abogados intentaron revertir esa sentencia. La decisión final se dará a conocer el martes a las 10:30 GMT por parte de dos jueces superiores.
Si Assange gana, se llevará a cabo una audiencia de apelación completa. Sin embargo, si pierde, su última opción sería apelar ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Las audiencias de febrero revelaron tensiones entre los argumentos de la defensa de Assange, que afirma que está siendo perseguido por motivos políticos, y la posición de Estados Unidos, que insiste en que no se trata de la publicación de los materiales filtrados, sino de la forma en que fueron obtenidos y revelados.
El caso de Assange ha generado un intenso debate sobre la libertad de prensa y los límites del poder gubernamental en la era digital. WikiLeaks se hizo conocido en 2010 cuando publicó un vídeo militar estadounidense que mostraba un ataque de helicópteros Apache en Bagdad en 2007.
La semana pasada, el abogado estadounidense de Assange comentó que su equipo legal no veía indicios de una resolución inminente del caso, incluso después de que se informara que el Departamento de Justicia de Estados Unidos estaba considerando permitirle declararse culpable de un cargo reducido.