Redacción
España.- Tras meses de controversia y debate sobre el uso de la llamada «Golden visa» en España, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado planes para reformar la ley que permite a los inversores obtener residencia en el país ibérico.
La medida llega después de la revelación de que el expresidente mexicano Enrique Peña Nieto había obtenido autorización para residir en España como inversor, aunque el gobierno español negó que se le hubiera concedido uno de los controvertidos «visados de oro».
El gobierno español ha expresado su preocupación por el abuso de este programa, que permite a los inversores obtener residencia en España si invierten al menos medio millón de euros en propiedades inmobiliarias. Según el presidente Sánchez, esta práctica ha contribuido a la especulación inmobiliaria, especialmente en áreas urbanas tensionadas como Madrid y las ciudades costeras, donde la vivienda se ha vuelto cada vez más inaccesible para los residentes locales.
Sánchez ha destacado que su gobierno está comprometido con garantizar que la vivienda sea un derecho fundamental y no simplemente un negocio especulativo. Con este fin, el Consejo de Ministros estudiará modificar la ley de 2013 que establece las condiciones para obtener la «Golden visa«. Se espera que estas reformas restrinjan el acceso a la residencia para inversores y prioricen el acceso a la vivienda para los ciudadanos españoles.
La controversia en torno a Peña Nieto ha puesto de relieve las deficiencias en el sistema de visas de inversión de España. Aunque el exmandatario pudo obtener autorización para residir en el país mediante una inversión en un local comercial en Madrid, las revelaciones sobre su intento inicial de obtener residencia por motivos excepcionales no previstos en la ley han generado preocupaciones adicionales sobre la transparencia y la equidad del proceso.
El caso de Peña Nieto también ha resaltado el atractivo de España para los inversores extranjeros, especialmente aquellos de América Latina y Estados Unidos.
Madrid se ha convertido en un imán para las fortunas latinoamericanas, con venezolanos, mexicanos, argentinos, chilenos y colombianos mostrando un interés creciente en el mercado inmobiliario español. Sin embargo, la preocupación por el posible uso indebido del programa de visas de inversión ha llevado al gobierno español a tomar medidas para garantizar la integridad y la equidad del sistema.