Redacción
Estados Unidos.- Una investigación internacional ha puesto en entredicho la percepción previa sobre la inteligencia de los dinosaurios, contradiciendo estudios anteriores que sugerían que estos reptiles prehistóricos podrían haber sido tan inteligentes como los simios. El equipo de investigadores, compuesto por expertos en paleontología, ciencias del comportamiento y neurología, ha examinado detenidamente el tamaño y la estructura del cerebro de distintas especies de dinosaurios, concluyendo que su comportamiento era más similar al de cocodrilos o lagartos que al de simios.
El estudio, cuyas conclusiones se publican en la revista The Anatomical Record, ha sido llevado a cabo por investigadores de diversas instituciones académicas, incluyendo universidades en el Reino Unido, Alemania y Canadá, así como el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP).
Contrario a un estudio previo publicado el año pasado, que sugería que el Tyrannosaurus rex tenía un alto número de neuronas asociado con su inteligencia y que compartía algunos comportamientos con los simios, este nuevo análisis refuta tales afirmaciones. Los investigadores argumentan que las estimaciones del tamaño del cerebro y el número de neuronas en los dinosaurios eran poco fiables en estudios anteriores, y que estas no son un indicador confiable de su inteligencia.
El equipo sostiene que reconstruir la biología de especies extintas requiere un análisis integral que incluya la anatomía del esqueleto, la histología ósea, el comportamiento de los parientes actuales y los rastros fosilizados. Según Hady George de la Universidad de Bristol, «determinar la inteligencia de los dinosaurios y otros animales extintos implica considerar diversas evidencias, desde la anatomía general hasta las huellas fósiles, y no centrarse únicamente en estimaciones del número de neuronas».
Ornella Bertrand, del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont, añade que «los recuentos de neuronas no son buenos predictores del rendimiento cognitivo», y que utilizarlos para evaluar la inteligencia en especies extintas puede conducir a interpretaciones engañosas.
En última instancia, los nuevos hallazgos sugieren que los dinosaurios podrían haber sido más similares a «cocodrilos gigantes inteligentes» que a los simios, desafiando así la idea previa de su inteligencia comparable a la de los primates.