Redacción
Irán.- Este miércoles, una gigantesca multitud se congregó en el centro de Teherán para la procesión funeraria del presidente iraní Ibrahim Raisi, fallecido el domingo en un accidente de helicóptero. La trágica noticia ha conmocionado al país y ha reunido a decenas de miles de personas para rendir homenaje a Raisi y a las otras siete víctimas del accidente, incluido el ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amir Abdollahian.
Maryam, una profesora de 41 años que asistió con su familia, expresó su pesar: «Estoy triste. Vine a tratar de sanar mi corazón».
La ceremonia, realizada en la Universidad de Teherán, fue encabezada por el guía supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, quien lideró las plegarias. «Con Raisi, hemos perdido a una personalidad excepcional. Era un muy buen hermano. Un funcionario eficaz, competente, sincero y serio», declaró Jamenei, quien se prosternó ante los ataúdes cubiertos con la bandera iraní.
El evento contó con la presencia de los principales líderes del clero chiita, miembros del gobierno, altos mandos del ejército y de los Guardianes de la Revolución, así como representantes de movimientos islamistas como Ismail Haniyeh de Hamás y Naim Qassem de Hezbolá. Haniyeh reafirmó el apoyo de Irán al pueblo palestino, en medio de cánticos de la multitud que clamaban «Muerte a Israel».
El accidente que cobró la vida de Raisi ocurrió en una zona montañosa del noroeste de Irán, cuando su comitiva se dirigía a la ciudad de Tabriz. Las complicadas condiciones climáticas dificultaron las operaciones de rescate, que contaron con la ayuda de Turquía, Rusia y la Unión Europea. El lunes por la mañana, la televisión estatal anunció el fallecimiento de Raisi, de 63 años, quien había sido elegido presidente en 2021.
En respuesta a su muerte, Jamenei declaró cinco días de luto nacional. Las exequias comenzaron el martes en Tabriz y continuarán hasta el entierro de Raisi en su ciudad natal, Mashhad, el jueves. Mohammad Mokhber ha sido designado como presidente interino hasta las elecciones del 28 de junio.
El ultraconservador Raisi, que sucedió al moderado Hassan Rouhani, dejó un legado marcado por la crisis económica y las tensiones internacionales. Durante su mandato, enfrentó protestas masivas en 2022 y una economía severamente afectada por las sanciones de Estados Unidos.
Aliados de Irán como Rusia, China y Venezuela han expresado sus condolencias, al igual que potencias regionales y movimientos afines a Teherán. Mientras tanto, el jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas ha ordenado una investigación para esclarecer las causas del accidente.