Redacción
Estados Unidos.- En la inauguración de la Semana Verde organizada por la Comisión Europea, expertos y responsables políticos coincidieron en la urgente necesidad de reparar el ciclo del agua. Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea encargado del Pacto Verde, señaló que el ciclo del agua «está roto» y que ya no podemos asumir que siempre estará disponible. Esta problemática es especialmente crítica en la Unión Europea, donde el sector del agua genera 107 mil millones de euros y sostiene aproximadamente 1.7 millones de empleos en 80 mil empresas.
Las recientes crisis en Europa, como las severas sequías en España y Grecia, ríos secos en Alemania, dificultades para refrigerar centrales nucleares en Francia e inundaciones en Eslovenia, subrayan la urgencia de impulsar la resiliencia hídrica. Un Eurobarómetro revela que el 78% de los europeos apoya medidas más fuertes de la UE para resolver los problemas del agua.
Veronika Hunt Safrankova, del Programa de Medioambiente de Naciones Unidas, enfatizó que la restauración del ciclo hídrico solo puede lograrse con un enfoque multisectorial y global, incluyendo a todos los ministros, industrias y agentes implicados. Lidia Arthur Brit de la Unesco resaltó la necesidad de integrar el ahorro de agua en políticas agrícolas, industriales y tecnológicas.
A nivel global, el problema del agua es acuciante, con 2 mil millones de personas sin acceso a agua potable. Europa, afectada por el cambio climático, enfrenta una disponibilidad de agua cada vez menor, especialmente en el sur, mientras otras regiones sufren inundaciones frecuentes. La crisis se extiende a ciudades como Bogotá y Ciudad de México, que enfrentan restricciones y posibles problemas de abastecimiento.
El agua, además de ser un recurso natural y socioeconómico, es un asunto de seguridad, como destacó Anikó Raisz, ministra de Asuntos Medioambientales de Hungría, país que asumirá la presidencia del Consejo de la UE en julio. Stuart Orr, experto en agua de WWF, reflexionó sobre la paradoja de valorar más los diamantes que el agua, subrayando la esencialidad de este recurso para la vida en el planeta.
La Semana Verde busca no solo concienciar sobre la crisis del agua, sino también aportar impulso político para abordar este desafío crucial en el próximo ciclo político de la UE.