Redacción
México.- En un llamado urgente a la acción, António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, advirtió sobre la necesidad de un mayor compromiso de las potencias mundiales en la lucha contra el cambio climático. Durante una rueda de prensa en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, Guterres enfatizó que los próximos 18 meses serán cruciales para el futuro del planeta.
«Estamos jugando a la ruleta rusa con nuestro planeta», afirmó Guterres. «Todo depende de las decisiones que tomen o dejen de tomar los líderes actuales, especialmente en los próximos 18 meses. Es la hora de la verdad».
Estas declaraciones se producen en el contexto del Día Mundial del Medioambiente y preceden a la presentación de las predicciones climáticas de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para los próximos cinco años. Según adelantó Guterres, hay un 80 por ciento de probabilidades de que la temperatura media anual supere el límite de 1.5 grados Celsius en al menos uno de los próximos cinco años, una cifra alarmante en comparación con 2015, cuando la probabilidad era casi nula.
El secretario general de la ONU recordó que el Acuerdo de París de 2015 subrayó la importancia de limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1.5 grados Celsius para evitar las peores consecuencias ambientales. Sin embargo, advirtió que existe un 50 por ciento de posibilidades de que la temperatura media de todo el próximo lustro sea 1.5 grados superior a la de la época preindustrial.
Guterres también señaló la responsabilidad desproporcionada del 1 por ciento más rico de la población mundial, que emite la misma cantidad de carbono que los dos tercios más pobres, unos 5 mil millones de personas.
«En el caso del clima, no somos los dinosaurios, somos el meteorito. No solo estamos en peligro, somos el peligro. Pero también somos la solución», sostuvo Guterres, enfatizando la urgencia de mantener el umbral de los 1.5 grados y reducir las emisiones mundiales en un 9 por ciento anual hasta 2030.
El diplomático advirtió sobre las «consecuencias devastadoras» de no actuar, que incluyen aumentos catastróficos de los niveles del mar, destrucción de arrecifes de coral y la desintegración de los medios de vida de 300 millones de personas. Guterres citó ejemplos concretos: «Ciudades como Nueva Delhi, Bamako o la Ciudad de México están ardiendo. No mantener el límite de los 1.5 grados también supondría la ruptura de las cadenas de suministro, subiendo los precios y una creciente inseguridad alimentaria».
Aun si las emisiones se redujeran a cero mañana, Guterres advirtió que el caos climático seguiría costando al menos 38 billones de dólares anuales en 2050, según un estudio reciente.
La ONU insta a los líderes mundiales a tomar decisiones audaces y a actuar con urgencia para mitigar el cambio climático y proteger el futuro del planeta.