Redacción
Arabia Saudita- Arabia Saudita reconoció este domingo la muerte de más de 1,300 peregrinos durante el ‘hach’, la peregrinación anual a La Meca, afectados principalmente por la ola de calor que elevó las temperaturas a casi 52 grados Celsius. El Ministerio de Salud informó en un comunicado que 1,301 personas fallecieron durante los ritos del ‘hach’ debido al estrés térmico, el 83% de los cuales no estaban autorizados para realizar la peregrinación.
La gran mayoría de estos peregrinos viajaron de forma «irregular» y no formaban parte de las delegaciones oficiales de sus países. Los fallecidos caminaban largas distancias bajo el sol abrasador, sin refugio ni comodidades, y entre ellos se encontraban varios ancianos y personas con enfermedades crónicas, según detalló el Ministerio. La nota subrayó los peligros de la exposición al estrés por calor, advirtiendo sobre las graves consecuencias de la misma.
La identificación de los fallecidos presentó una labor compleja y prolongada, ya que muchos no portaban documentos ni cédulas de identidad. El Ministerio señaló que se contactó con los familiares de los fallecidos y se llevaron a cabo los trámites necesarios para identificarlos, sepultarlos y honrarlos en La Meca, además de expedir sus certificados de defunción.
Fuentes sanitarias y de seguridad en Egipto indicaron que al menos 672 fieles musulmanes egipcios fallecieron, aunque el Gobierno confirmó la muerte de 31 peregrinos que viajaban con la misión oficial y admitió que un «número elevado» viajó sin estar registrado. Indonesia es el segundo país más afectado, con alrededor de 200 fallecidos, seguido por India, con 98 decesos, y Jordania, con 75 muertos, todos a causa del calor extremo. No obstante, la mayoría de los países que han informado de víctimas no especificaron las causas exactas de los fallecimientos.
Los países cuentan con misiones oficiales cuyos miembros tienen los permisos y visados emitidos exclusivamente para el ritual por Arabia Saudita. Sin embargo, debido al alto costo del viaje, que promedia los 5,000 dólares por persona, muchos peregrinos optan por vías alternativas que el reino saudí considera ilegales. Estos fieles que viajaron de forma no oficial, por ejemplo con visados de turista, no tenían acceso a instalaciones climatizadas y tiendas de campaña, por lo que se vieron obligados a refugiarse en las calles de la ciudad más sagrada del islam, enfrentándose a condiciones extremadamente adversas.
Esta trágica situación subraya la necesidad de regulaciones más estrictas y medidas de protección para los peregrinos, así como la importancia de cumplir con las normativas establecidas para garantizar la seguridad y bienestar de todos los participantes en este significativo evento religioso.