El boxeador mexicano Marco Verde aseguró su pase a la final de la categoría de -71 kg tras una intensa y emocionante pelea contra el británico Lewis Richardson, disputada en un escenario inusual: la arcilla de Roland Garros, que temporalmente se transformó en un encordado boxístico.
Desde el inicio del combate, Marco Verde mostró una actitud agresiva y dominante. En el primer asalto, el sinaloense fue quien más propuso, mientras Richardson intentaba mantener la distancia aprovechando sus largos brazos. Sin embargo, Verde logró encontrar los espacios necesarios para conectar los golpes más contundentes, ganándose el apoyo de la afición que coreaba «¡México, México!» desde las gradas.
En el segundo round, Richardson mejoró su desempeño y, según los jueces, tuvo un rendimiento superior. A pesar de los esfuerzos del británico, Marco Verde no cedió terreno y mantuvo su enfoque y estrategia.
El tercer y decisivo round fue una auténtica batalla. Fiel a su estilo, Marco Verde salió decidido a llevarse la victoria, combinando velocidad y precisión para esquivar los golpes de Richardson y conectar sus propios ataques con gran efectividad. La determinación y la destreza del mexicano le permitieron obtener el triunfo y asegurar su lugar en la final.