La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado el brote de mpox, anteriormente conocido como viruela del mono, en la República Democrática del Congo (RDC) y países vecinos, como una emergencia de salud pública de alcance internacional. Esta decisión subraya la creciente preocupación global sobre la rápida expansión de esta enfermedad infecciosa en el continente africano.
Este es el segundo brote de mpox en dos años que es considerado una amenaza sanitaria internacional. La primera alerta se emitió en mayo de 2022, cuando el virus se extendió a Europa y Norteamérica antes de ser contenido. Actualmente, la enfermedad afecta a 13 países africanos, siendo la RDC el epicentro, con más de 14,000 casos y al menos 524 muertes desde principios de año, según los datos más recientes de la OMS.
El brote ha alcanzado por primera vez a países como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda, y se han reportado infecciones en provincias de la RDC que previamente no habían sido afectadas. La República Centroafricana (RCA) declaró un brote de mpox el 1 de agosto, uniéndose a otros países como Sudáfrica, Costa de Marfil, Camerún, Liberia y Nigeria, donde también se han identificado casos.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció la declaración tras recibir la recomendación del Comité de Emergencias de la organización, compuesto por científicos independientes de diversas partes del mundo. Tedros destacó la gravedad del brote en la RDC y expresó su preocupación por la expansión de la enfermedad a países que nunca antes habían registrado casos, como Uganda y Ruanda.
Jean Kaseya, director general de los CDC de África, advirtió sobre el ritmo acelerado de propagación de la enfermedad y la necesidad de evitar los errores cometidos durante la pandemia de covid-19. «Mpox es una realidad, está afectando a nuestros países. La gente está muriendo. Necesitamos abordar eso», afirmó Kaseya.
A diferencia del brote de hace dos años, la OMS señaló que los actuales brotes no se deben a una sola variante del virus, sino a varias, lo que ha generado diferentes niveles de riesgo y contagio. En 2022, la transmisión del virus se producía casi exclusivamente por vía sexual, mientras que en esta ocasión se han observado múltiples formas de propagación.