Las personas pertenecientes a las generaciones millennials y Z se encuentran entre las más afectadas por fraudes en redes sociales, de acuerdo con Víctor Islas, Director Regional de ClearSale, una empresa especializada en ciberseguridad para negocios.
Según datos proporcionados por Islas, del total de consumidores que realizaron compras a través de redes sociales en 2023, el 13% fue víctima de fraude. Sin embargo, esta cifra se eleva al 20% cuando se trata exclusivamente de personas nacidas entre 1982 y 2009, que corresponden a las generaciones millennial y Z.
El aumento en los fraudes entre estos grupos etarios se atribuye a su alta frecuencia de compras en estas plataformas digitales, lo que los convierte en un blanco atractivo para los ciberdelincuentes. “El mayor fraude que padecen estas generaciones es la apropiación de cuentas, un delito que implica el uso de datos robados para realizar compras no autorizadas, derivando en casos de robo de identidad”, explicó Islas.
Este tipo de fraude es ejecutado por grupos organizados con conocimientos avanzados en tecnología y programación, que se dedican a cometer fraudes de manera sistemática. Estos delincuentes suelen estar coludidos con otros actores en el mundo físico, quienes les suministran imágenes de tarjetas de crédito de los usuarios, facilitando la realización de estos delitos. Además, también organizan esquemas de suplantación de marcas para engañar a los usuarios y obtener sus contraseñas.
Por otro lado, los baby boomers, nacidos entre 1945 y 1964, son la generación menos afectada por estos fraudes, probablemente debido a su menor uso de las redes sociales para realizar compras.
Este incremento en los fraudes en redes sociales subraya la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad tanto por parte de las plataformas como de los propios usuarios, quienes deben estar atentos a posibles señales de fraude y proteger sus datos personales en el entorno digital.