La NASA ha confirmado que los astronautas Sunita Williams y Barry Wilmore, actualmente en la Estación Espacial Internacional (EEI), deberán esperar hasta febrero del próximo año para regresar a la Tierra. Originalmente, los astronautas debían volver en el Starliner de Boeing, pero un problema con el sistema de propulsión de la cápsula ha obligado a cambiar los planes.
Williams y Wilmore, quienes partieron hacia la EEI el 5 de junio a bordo del Starliner en una misión que inicialmente iba a durar ocho días, han visto su retorno aplazado tras la detección de un fallo en el sistema de propulsión de la nave. Ante esta situación, el administrador de la NASA, Bill Nelson, explicó en una rueda de prensa que, dado el riesgo que supone un vuelo pilotado en las actuales condiciones, se ha decidido que los astronautas permanezcan en la estación espacial.
«Los vuelos espaciales son peligrosos incluso en las condiciones más favorables, hasta en lo más rutinario. Un vuelo de prueba por naturaleza no es ni seguro ni rutinario», señaló Nelson, subrayando la importancia de garantizar la seguridad de los astronautas.
Está previsto que el Starliner intente regresar a la Tierra en modo de piloto automático a principios de septiembre, mientras que Williams y Wilmore permanecerán en la EEI hasta que el Crew Dragon de SpaceX pueda realizar la misión de retorno en febrero de 2024.
Desde su primer vuelo de prueba no tripulado en 2019, el Starliner ha enfrentado varios desafíos técnicos, incluidos problemas con el software, fallos en los paracaídas y una fuga de helio en el propulsor, que frustraron un intento de lanzamiento en mayo pasado. Estos incidentes han generado preocupaciones sobre la fiabilidad de la nave para vuelos tripulados, lo que ha llevado a la NASA a tomar esta decisión para garantizar la seguridad de sus astronautas.