El Tribunal Supremo de Brasil ordenó este viernes la suspensión de la plataforma de redes sociales X, anteriormente conocida como Twitter, propiedad del multimillonario Elon Musk. La decisión se tomó después de que Musk se negara a nombrar un representante legal en Brasil, a pesar de la orden emitida por el juez Alexandre De Moraes, según una copia de la decisión obtenida por The Associated Press.
La suspensión de X en Brasil intensifica una disputa que ha estado escalando durante meses, centrada en la libertad de expresión, la desinformación y la presencia de cuentas de extrema derecha en la plataforma. De Moraes había advertido a Musk que X podría ser bloqueada en Brasil si no cumplía con su orden, dando a la empresa un plazo de 24 horas para designar un representante. Desde principios de agosto, la plataforma no tiene un representante en el país.
Elon Musk reaccionó a la decisión del tribunal criticando duramente al juez en su propia plataforma, calificándolo de «pseudojuez» que, según él, está «destruyendo» la democracia en Brasil con fines políticos. «La libertad de expresión es la base de la democracia y un pseudojuez no electo en Brasil la está destruyendo con fines políticos», escribió Musk.
Brasil representa un mercado importante para X, donde alrededor de 40 millones de brasileños, aproximadamente una quinta parte de la población, utilizan la plataforma al menos una vez al mes. La compañía ha enfrentado desafíos financieros desde que Musk adquirió Twitter en 2022, con una notable pérdida de anunciantes.
En respuesta a las acciones del juez, X publicó en su página oficial de Asuntos Gubernamentales Globales que esperaba ser cerrada en Brasil debido a su negativa a cumplir con lo que calificó como «órdenes ilegales de censurar a los oponentes políticos» de De Moraes. La empresa también denunció que su representante legal en Brasil fue amenazada con encarcelamiento y tuvo sus cuentas bancarias congeladas después de dimitir de su cargo.
El conflicto entre X y De Moraes se centra en la negativa de la plataforma a cumplir con las órdenes judiciales brasileñas que exigen el bloqueo de ciertas cuentas, incluyendo aquellas afiliadas a políticos del partido derechista del expresidente Jair Bolsonaro y a activistas acusados de socavar la democracia brasileña.
Musk, quien se ha autodenominado «absolutista de la libertad de expresión», ha criticado en repetidas ocasiones las acciones del tribunal, considerándolas como censura. Su postura ha sido respaldada por sectores de la derecha política en Brasil, que han utilizado su argumento para acusar al juez de actuar de manera dictatorial.
Por otro lado, los defensores de De Moraes afirman que sus acciones son legales y han contado con el respaldo de la mayoría de los miembros del tribunal, con el objetivo de proteger la democracia en Brasil. La orden del juez se basa en la ley brasileña que exige que las empresas extranjeras tengan representación legal en el país para responder a causas judiciales.
X podría quedar fuera de línea en Brasil tan pronto como 12 horas después de recibir la notificación de la orden, según expertos legales. Esto marcaría un importante precedente en la relación entre el Estado brasileño y las grandes plataformas de redes sociales.