La ciudad de Los Ángeles está de luto tras la muerte de Fernando Valenzuela, el histórico lanzador mexicano que conquistó a millones de aficionados con su talento en el montículo y su carismática “Fernandomanía”. Valenzuela, conocido por su singular gesto de mirar al cielo antes de lanzar, falleció el martes por la noche a los 63 años.
El Dodger Stadium, que tantas veces lo vio brillar, se ha convertido en un punto de encuentro para sus seguidores, quienes han creado un improvisado altar en su memoria. Julia Méndez, una aficionada de 70 años, colocó tres velas y un burrito en el lugar, recordando con cariño los años en que Valenzuela llevó el nombre de México a lo más alto. «Puso nuestros nombres muy alto alrededor del mundo», expresó Méndez, originaria de Sonora, al igual que el «Toro».
Fernando Valenzuela fue mucho más que un jugador. Su trayectoria, desde sus humildes orígenes en una pequeña comunidad de Sonora hasta convertirse en un fenómeno del béisbol en los años 80, lo convirtió en un héroe para la comunidad latina en Los Ángeles y más allá. Su impacto trascendió las fronteras del deporte, uniendo a generaciones de aficionados y abriendo puertas para los jóvenes peloteros latinos que soñaban con seguir sus pasos.
El mariachi Garibaldi de Jaime Cuéllar, habitual en los juegos de los Dodgers, rindió homenaje al ídolo con su música mientras los fanáticos se congregaban en el estadio. Al mismo tiempo, en Boyle Heights, el muralista Robert Vargas trabajaba en un mural en honor a Valenzuela, inmortalizándolo en las paredes de la ciudad.
“Fernando Valenzuela fue una leyenda que inspiró a innumerables jóvenes en México, Estados Unidos y todo el mundo”, señaló la candidata presidencial Kamala Harris en redes sociales. Los Dodgers y las Grandes Ligas preparan un homenaje especial para este viernes, antes del primer juego de la Serie Mundial, en honor a quien será recordado por siempre como un símbolo del béisbol y del orgullo latino.