El legendario músico y productor estadounidense Quincy Jones, fallecido el 4 de noviembre a los 91 años, fue homenajeado póstumamente con un Oscar honorífico en la ceremonia de los Premios de los Gobernadores de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Su hija, la actriz Rashida Jones, recibió la estatuilla en su nombre.
Un legado que trasciende la música
Jones, conocido por producir álbumes icónicos como Thriller de Michael Jackson y colaborar con artistas como Frank Sinatra y Aretha Franklin, también dejó una huella importante en el cine. Fue nominado al Oscar por bandas sonoras de películas como A sangre fría (1967) y El mago (1978), y produjo la aclamada cinta El color púrpura (1985).
El actor Jamie Foxx, encargado de presentar el premio, destacó el impacto de Jones en la industria cinematográfica:
«No solo revolucionó la música, sino que también cambió la narrativa en el cine, abriendo caminos para otros.»
Además de su influencia musical y cinematográfica, Jones fue el primer ejecutivo negro de una gran discográfica y dejó su marca en la televisión, al producir el exitoso programa «El Príncipe de Bel-Air», que lanzó la carrera de Will Smith.
Rashida Jones recordó a su padre como alguien que vivió intensamente:
«Él siempre decía: ‘Vive cada día como si fuera el último, y un día estarás en lo cierto’. Y así lo hizo. Vivió la mejor y más hermosa vida.»
El público respondió con una emotiva ovación, reflejando el respeto y admiración por el multifacético artista nacido en Chicago.
Quincy Jones falleció tras una batalla contra el cáncer de páncreas.