El Papa Francisco reapareció este Domingo de Pascua con un emotivo recorrido en papamóvil por la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, donde fue recibido entre vítores y aplausos por miles de fieles, marcando su regreso a la escena pública tras una convalecencia por neumonía bilateral que lo mantuvo al borde de la muerte.
“¡Viva el Papa! ¡Bravo!”, coreaba la multitud mientras el pontífice, de 88 años, saludaba desde un vehículo descubierto, bendecía a niños y agradecía con gestos la calidez de los asistentes, en una escena que semanas atrás parecía improbable. «¡Hermanos y hermanas, feliz Pascua!», expresó Francisco con una voz más firme de lo habitual en las últimas semanas.
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— Vatican News (@vaticannews_es) April 20, 2025
Aunque no presidió la Misa de Pascua —encargada al cardenal Angelo Comastri—, Francisco apareció en el balcón de la logia de la Basílica de San Pedro, desde donde impartió la bendición Urbi et Orbi («a la ciudad y al mundo»). Su mensaje, leído por el arzobispo Diego Ravelli, fue un enérgico llamado a la paz global.
“Que el Cristo resucitado conceda a Ucrania, devastada por la guerra, su regalo pascual de paz…”, expresó, en un discurso que incluyó menciones a los conflictos en Gaza, Myanmar, la República Democrática del Congo y otros lugares donde persiste el sufrimiento humano. También hizo un llamado a la liberación de prisioneros de guerra y políticos en el marco del Año Jubilar.
Durante 50 minutos, Francisco permaneció al aire libre, en un cálido día de primavera con temperaturas de 21°C y la plaza adornada con narcisos, tulipanes y flores donadas por los Países Bajos. En un breve momento, se reunió también con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, quien visitaba Roma con su familia. El encuentro, de apenas unos minutos, fue solo para intercambiar saludos pascuales.
El Papa ha limitado sus apariciones públicas desde su regreso al Vaticano el 23 de marzo, tras 38 días hospitalizado. No participó en las ceremonias del Viernes y Sábado Santo, aunque sorprendió al visitar una prisión romana el Jueves Santo, dejando claro su compromiso con los sectores más vulnerables, incluso durante su recuperación.
Aún en convalecencia y bajo tratamiento respiratorio, la reaparición de Francisco este domingo no solo devolvió esperanza a los fieles, sino que reafirmó su liderazgo espiritual en tiempos de turbulencia global.