En los últimos cinco años, los precios de renta de vivienda en México han registrado una escalada sin precedentes. Aunque el crecimiento promedio nacional es del 10 por ciento anual, en ciudades clave como Monterrey, Ciudad de México y Guadalajara, los aumentos llegan hasta un 70 por ciento, según advierten expertos del sector inmobiliario.
“Tenemos un incremento en los precios de la renta entre 5 y 10 por ciento a nivel nacional, pero en las principales urbes del país, como en Nuevo León, encontramos que crecen cerca de 70 por ciento”, señaló Roberto Reveles, gerente de Cuentas Clave de Inmuebles.
En la capital del país y en Guadalajara, el incremento ronda el 45 por ciento en el mismo periodo. Factores como la gentrificación, la llegada de inversionistas y la expansión de empresas nacionales e internacionales han disparado la demanda y, con ella, los precios.
“La llegada de gente extranjera, de directivos o empleados que buscan mejor calidad de vida, presiona zonas de alta plusvalía como Polanco o la Roma en la Ciudad de México”, explicó Reveles.
Mauricio Domínguez, director de Data Market en Tasvalúo, añadió que el fenómeno no se limita a ejecutivos o expatriados, sino que también involucra a personas de diferentes perfiles que encuentran en estas zonas ventajas como conectividad, servicios y vida cultural activa.
Polos turísticos como la Riviera Maya y Los Cabos también experimentan este fenómeno. “El arribo constante de turistas y trabajadores temporales impulsa una renta de corta estancia con precios altos, lo que afecta al residente local”, indicó César Fernández del Campo Rabatte, director de Grupo Macondo Desarrollos.
En otras latitudes, como España, se han tomado medidas para frenar la gentrificación, incluyendo restricciones a plataformas como Airbnb en zonas céntricas. En contraste, en México, la operación de estas plataformas contribuye al encarecimiento de las rentas: “Estas empresas alquilan por tarifas elevadas por tres o cuatro meses, y cuando se desocupa el inmueble, el precio no baja nunca más”, denunció Fernández del Campo.
Además, los altos precios de compra de vivienda, sumados a los requisitos y tasas de interés de los créditos hipotecarios, empujan a más personas al mercado de renta, presionando aún más la oferta disponible.
Expertos advierten que el encarecimiento de las rentas continuará si no se aplican políticas públicas que mitiguen el fenómeno. De no hacerlo, el desplazamiento de población de las zonas urbanas hacia periferias más económicas podría agudizarse, profundizando la desigualdad habitacional.