Tras la elección del Papa León XIV como nuevo Santo Pontífice, la presidenta municipal de Moroleón, Alma Barragán, recordó con emoción las visitas que el entonces superior de la Orden de San Agustín realizó a la ciudad en los años 2009, 2011 y 2012, cuando acudía a acompañar y supervisar a las comunidades agustinas locales.
“Vino él más que nada para ver cómo estaba la congregación, cómo estaban los agustinos. Estaba llevando la palabra de Dios como tenía que ser y celebrando misa para los padres agustinos que ya no estaban con nosotros en ese tiempo. Qué emoción tan única, no solo como morolenses sino como guanajuatenses”, expresó la alcaldesa.
León XIV, quien en aquel entonces ocupaba un alto cargo dentro de la orden religiosa, debía visitar periódicamente las comunidades agustinas en distintas regiones del mundo. En esas visitas a Moroleón no solo cumplía con su labor eclesiástica, sino que también ofrecía consuelo, guía espiritual y cercanía fraterna.
Así lo recordó también el padre Fray Ricardo Maganda Gómez, quien destacó el don de escucha y la humildad del nuevo pontífice. “Nos escuchaba, oía nuestros desistires y orientaba lo que veía que no estaba bien, pero lo hacía de una manera que te dejaba convencido. Tiene una paciencia, un don de escucha, que te deja pasmado”, relató.
Con el recuerdo vivo de aquellas visitas, Moroleón se llena ahora de esperanza y anhelo. La comunidad, encabezada por su alcaldesa, expresó el deseo de que León XIV incluya a la ciudad en una futura gira papal. Artesanos locales ya comienzan a trabajar en un obsequio personalizado para entregarle, como muestra del cariño y gratitud del pueblo.
“Que en esa gira visite Moroleón, sería algo espectacular. Sé que lo llevo en el corazón, así como todos los ciudadanos. El que hayan dado este gran aviso nos volvió a mover a la esperanza de que venga. Todo es posible, creo fielmente en el poder de Dios”, concluyó Alma Barragán.