Un estudio encargado por el gobierno de los Países Bajos reveló que la prohibición del uso de teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos en las escuelas ha tenido efectos positivos en el entorno educativo.
De acuerdo con los resultados, tres de cada cuatro institutos (el 75%) reportaron una mejora en la concentración de los alumnos tras aplicar la medida, vigente desde el 1 de enero de 2024. Además, casi dos tercios de los 317 centros encuestados señalaron un mejor clima social en sus instalaciones, mientras que un tercio registró una mejora en el rendimiento académico.
La prohibición se extiende también a las escuelas primarias, aunque se permite el uso de dispositivos móviles en casos justificados, como tratamientos médicos o dispositivos de asistencia auditiva.
La iniciativa forma parte de una tendencia creciente a nivel internacional. Por ejemplo, en Estados Unidos, el distrito escolar de Texas implementó la política “Away for the Day”, que restringe el uso de celulares, tabletas y relojes inteligentes durante toda la jornada escolar, salvo excepciones autorizadas.
El debate sobre el uso de tecnología en las aulas continúa ganando terreno, pero los resultados preliminares sugieren que limitar su uso puede contribuir a mejorar la calidad del aprendizaje y la convivencia dentro de los centros escolares.