Fauja Singh, reconocido mundialmente como el maratonista más longevo del planeta, falleció a los 114 años tras ser atropellado por un vehículo mientras paseaba cerca de su aldea natal en el norte de la India, informaron este martes las autoridades locales y fuentes cercanas a su familia.
“Recibimos información del fallecimiento de Fauja Singh. Acudimos al hospital… El accidente ocurrió en la carretera principal cerca de la ciudad de Beas. Estamos revisando las cámaras de seguridad”, declaró el oficial de policía Preet Singh, quien confirmó que ya se abrió una investigación bajo las secciones pertinentes del código penal.
La noticia fue ratificada también por su biógrafo, Khushwant Singh, quien confirmó el deceso tras comunicarse con los familiares del legendario corredor.
El primer ministro de la India, Narendra Modi, lamentó la pérdida de Singh y lo describió como una figura “extraordinaria” que “inspiró a la juventud de la India” con su historia de resiliencia. “Fue un atleta excepcional con una determinación increíble”, escribió en la red social X.
Un ejemplo de superación
Apodado el “Tornado con Turbante”, Singh comenzó su carrera deportiva a una edad en la que la mayoría de las personas ya han dejado de correr: a los 89 años. Agricultor de origen sij y emigrado al Reino Unido, se refugió en el atletismo como una forma de sobrellevar la muerte de su hijo.
En el año 2000, completó su primer Maratón de Londres, lo que marcó el inicio de una trayectoria deportiva sin precedentes. Sin embargo, su hazaña más célebre ocurrió en 2011, cuando con 100 años de edad completó el Maratón de Toronto, convirtiéndose en un fenómeno internacional.
Aunque el Libro Guinness de los Récords no oficializó su marca por la ausencia de un certificado de nacimiento de 1911, tanto su pasaporte como una carta de la Reina Isabel II felicitándolo por su centenario dieron validez a su edad y logros.
Más allá del deporte
La figura de Fauja Singh trascendió las pistas. Fue portador de la antorcha olímpica en Londres 2012, protagonizó campañas de PETA, anuncios de Adidas y se convirtió en símbolo de envejecimiento activo y perseverancia. Se retiró de las competencias a los 101 años, pero siguió participando en eventos públicos y causas sociales hasta una edad muy avanzada.
Hoy el mundo despide no solo a un atleta extraordinario, sino a un símbolo viviente de fortaleza, esperanza y espíritu inquebrantable. Su historia seguirá inspirando a generaciones enteras dentro y fuera del deporte.