La deserción escolar en México es un problema que afecta a cientos de miles de estudiantes cada año. Según un reporte de El Universal, el ciclo escolar 2024-2025 cerró con 864 mil 308 estudiantes menos en las aulas de primaria, secundaria y bachillerato. La situación es más crítica en la educación media superior, con 639 mil 562 jóvenes que abandonaron sus estudios.
Este fenómeno no es nuevo, pero las cifras recientes refuerzan la preocupación. Las becas y transferencias económicas han demostrado ser insuficientes. Erik Avilés, presidente de Mexicanos Primero Michoacán, destaca que el Programa Benito Juárez apenas logró reducir el abandono en un 2% en ciclos anteriores. Según él, esto ya es una emergencia nacional.
El problema podría ser aún mayor. Un informe de Animal Político sugiere que hasta 994 mil 219 estudiantes pudieron haber dejado sus estudios en 2024-2025. La organización Educación con Rumbo calcula que la tasa de abandono en media superior llegó al 30.9%. Este nivel educativo es crucial para acceder a estudios superiores y mejores empleos.
Las comunidades indígenas enfrentan un impacto particularmente severo. Solo en el último ciclo, se registró una pérdida de 13 mil 977 estudiantes en preescolar indígena y 9 mil 659 en primaria. La falta de infraestructura y la pobreza agravan estas desigualdades, dejando a muchos jóvenes fuera del sistema educativo.
La pandemia exacerbó la situación: más de cinco millones de estudiantes dejaron la escuela. La movilidad social educativa se encuentra en retroceso. El Centro de Estudios Espinosa Yglesias señala que la pobreza sigue siendo un obstáculo estructural. Los jóvenes de hogares con padres con baja educación tienen escasas probabilidades de llegar a la universidad.
La Secretaría de Educación Pública busca reducir la deserción en su Plan Sectorial 2025-2030, pero enfrenta enormes desafíos. Aunque planea mejorar la infraestructura y la formación docente, los datos muestran que la eficiencia terminal en secundaria y bachillerato sigue estancada.
Fernando Ruiz, experto en educación, advierte que el abandono escolar no es solo un problema económico. Las cifras actuales exigen una respuesta contundente. México enfrenta una crisis educativa que amenaza con perpetuar la desigualdad y la vulnerabilidad de sus jóvenes.