La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) encendió las alarmas sobre la situación del mercado laboral en México. Su informe anual “Panorama de la Educación 2025” revela que, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los 38 países miembros, en México los jóvenes con educación universitaria tienen más probabilidades de estar desempleados que aquellos que solo cursaron la secundaria.
Mientras que el promedio de la OCDE muestra un desempleo de 4.9 % entre jóvenes de 25 a 34 años con estudios universitarios y de 12.9 % para quienes solo alcanzaron la secundaria, México rompe la lógica: 4.3 % de los universitarios está sin empleo, frente a un 2.7 % de los jóvenes sin secundaria completa.
Este fenómeno coloca a México y Colombia como casos atípicos en el mundo, donde estudiar más no significa necesariamente encontrar un trabajo más rápido ni con mejores condiciones.
La paradoja mexicana: más estudio, menos oportunidades
El estudio revela un duro contraste: aunque quienes logran emplearse con título universitario ganan en promedio 56 % más que un trabajador sin secundaria, la falta de plazas profesionales desincentiva a los jóvenes a continuar con sus estudios.
La consecuencia es devastadora: muchos abandonan la universidad para incorporarse de manera temprana a trabajos de baja calificación, perpetuando el círculo de desigualdad.
México, rezagado en inversión educativa
La OCDE también subraya el bajo nivel de gasto en educación. México ocupa el penúltimo lugar en inversión por estudiante de secundaria, destinando apenas 2,790 dólares anuales (unos 50,000 pesos), mientras que países como Luxemburgo, Corea del Sur o Suiza invierten más de 20,000 dólares (cerca de 370,000 pesos) por alumno.
Este rezago en la inversión educativa impacta directamente en la calidad de la enseñanza y en la competitividad laboral de los jóvenes mexicanos.
El desafío: transformar la educación para un mercado cambiante
Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, advirtió que la educación terciaria de calidad es clave para enfrentar los retos del envejecimiento poblacional, la inteligencia artificial, la digitalización y la transición verde.
Sin embargo, México sigue lejos del promedio global: solo 48 % de los adultos jóvenes en los países de la OCDE tiene ya una licenciatura, mientras que en México la cifra es mucho menor. Un análisis del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) apunta que solo 9 de cada 100 jóvenes con padres sin estudios logran llegar a la universidad.
Un reto de país
El informe concluye que la baja inversión educativa, la escasez de empleos profesionales y la importación de talento extranjero frenan el desarrollo de capital humano en México y agravan la desigualdad.