La Organización de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) lanzó un llamado urgente a los gobiernos y a la ciudadanía para enfrentar el crecimiento desmedido de los residuos textiles, que se han convertido en uno de los mayores desafíos urbanos.
En el marco del Día Mundial de la Limpieza 2025, la agencia celebró un encuentro en la Oficina de las Naciones Unidas en Nairobi, donde reunió a responsables políticos, líderes juveniles, asociaciones de recicladores, diseñadores de moda circular y diplomáticos, seguido de una limpieza comunitaria con residentes locales.
“Montañas de ropa desechada se acumulan en vertederos y ríos de todo el mundo. Reutilizar y reciclar textiles puede reducir la presión en las ciudades y construir barrios más saludables, especialmente en asentamientos informales y barrios marginales”, declaró Anacláudia Rossbach, directora ejecutiva de ONU-Hábitat.
Una amenaza creciente para las ciudades
El organismo advirtió que los residuos textiles y de la moda son una fuente poco reconocida de contaminación urbana, desigualdad y presión climática. Su impacto, sin embargo, crece a un ritmo acelerado, convirtiéndose en uno de los flujos de desechos de mayor crecimiento en el mundo.
ONU-Hábitat recalcó que abordar esta crisis requiere alianzas entre gobiernos, empresas, sociedad civil, grupos juveniles y hogares, con el fin de avanzar hacia economías circulares que reduzcan el consumo, impulsen el reciclaje y protejan tanto a las personas como al planeta.
Una jornada global de acción
El Día Mundial de la Limpieza, establecido por la Asamblea General de la ONU en 2023, se celebra cada 20 de septiembre con actividades de concienciación y voluntariado. Este año, al menos un centenar de eventos se realizarán en distintos países para promover estilos de vida sin residuos y destacar el papel de la ciudadanía en la protección del medio ambiente.
“Se trata de un cambio sistémico que proteja a las personas y al planeta. Las ciudades deben liderar la transición hacia un modelo de consumo responsable y circular”, enfatizó Rossbach.
De la moda rápida a la sostenibilidad
El llamado de la ONU coincide con la creciente presión sobre la industria de la moda rápida, señalada como responsable de millones de toneladas de ropa desechada cada año. La transformación de los residuos textiles en nuevas oportunidades económicas y sociales, subrayó la agencia, puede ser clave para construir urbes más sostenibles, resilientes e inclusivas.