Dormir lo suficiente puede ser la clave del éxito escolar y de una buena salud mental en la adolescencia. Una investigación de la Universidad de Ginebra (Unige), publicada en la revista Discover Public Health, reveló que los adolescentes cuyos padres establecen reglas claras sobre el uso del celular durante la noche duermen en promedio 40 minutos más cada día.
El estudio, realizado en 2021 con 329 estudiantes de entre 13 y 15 años, comprobó que quienes no utilizan el teléfono en el dormitorio o lo apagan antes de dormir suman más de cuatro horas y media de descanso extra a la semana. Este tiempo adicional, en una etapa en la que los expertos recomiendan al menos nueve horas de sueño, resulta crucial: mejora la memoria, la capacidad de atención y la estabilidad emocional, además de reducir riesgos de ansiedad y depresión.
“Los padres deben involucrarse, porque ello influye en la salud y el éxito de sus hijos”, señaló Kevin Mammeri, doctorando del Departamento de Neurociencia Básica de la Unige y autor principal del estudio.
La investigación también subraya el rol de las escuelas, que pueden impulsar talleres de concientización sobre la importancia del descanso en una era en la que “muchos estudiantes se van a la cama con su móvil y no hay clara distinción entre el tiempo de sueño y el de internet”, advirtió la neurocientífica Virginie Sterpenich.
Los datos son alarmantes: en Suiza, la cantidad de adolescentes que pasan más de cuatro horas al día frente a una pantalla se multiplicó por 12 entre 2012 y 2020. Una tendencia que refleja la urgencia de que familias y comunidades educativas tomen medidas para proteger el bienestar de los jóvenes.