El Parlamento Europeo votó este miércoles a favor de prohibir el uso de términos como “bistec”, “salchicha” o “hamburguesa” en productos que no contengan carne, una medida que ha reavivado el debate entre productores ganaderos, defensores del veganismo y consumidores.
Con 355 votos a favor, 247 en contra y 24 abstenciones, el pleno respaldó un proyecto impulsado por la derecha europea que busca “evitar la confusión del consumidor” y proteger a la industria cárnica. Sin embargo, la iniciativa no es definitiva, ya que deberá ser negociada con los 27 Estados miembros de la Unión Europea antes de entrar en vigor.
La eurodiputada Céline Imart, autora del texto aprobado, defendió que se trata de una cuestión de “transparencia y reconocimiento al trabajo de los ganaderos europeos”. La asociación francesa Interbev, que agrupa a productores de carne, celebró la decisión señalando que los términos cárnicos “confunden las referencias y debilitan el valor del producto natural y tradicional”.
Por el contrario, organizaciones de consumidores lamentaron la votación. Irina Popescu, de la Oficina Europea de Uniones de Consumidores, recordó que “casi el 70% de los europeos entiende perfectamente estos nombres siempre que estén claramente etiquetados como veganos o vegetarianos”.
Según esta misma entidad, el consumo de productos vegetales que imitan la carne se ha quintuplicado desde 2011, impulsado por una mayor preocupación por la salud, el bienestar animal y el medio ambiente. Estudios señalan que la ganadería es una de las principales fuentes de emisiones de dióxido de carbono, contribuyendo significativamente al cambio climático.
El debate no es nuevo. En 2024, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea anuló dos decretos franceses que intentaban prohibir términos como “filete” o “salchicha vegetal”, argumentando que la legislación comunitaria permite el uso de esas denominaciones siempre que no engañen al consumidor.
En esta ocasión, las discusiones en el hemiciclo de Estrasburgo estuvieron marcadas por la polarización. El eurodiputado alemán Peter Liese calificó la propuesta de “una pérdida de tiempo”, argumentando que “si un empaque dice ‘hamburguesa vegetariana’ o ‘salchicha vegana’, cada persona puede decidir libremente si quiere comprarlo o no”.
Mientras los Estados miembros deliberan sobre la aplicación del texto, la iniciativa ha abierto un nuevo capítulo en la batalla entre la industria cárnica tradicional y el creciente mercado de alimentos de origen vegetal, que ya mueve miles de millones de euros en Europa.