Un equipo de científicos del Instituto de Biotecnología y Biomedicina (IBB-UAB) de la Universidad Autónoma de Barcelona y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina ha diseñado unos nanoanillos de proteínas capaces de detectar y neutralizar el SARS-CoV-2, virus causante del COVID-19.
El hallazgo, publicado en la revista científica Advanced Healthcare Materials, representa un paso decisivo en el desarrollo de terapias antivirales de nueva generación.
Según el estudio, los investigadores se inspiraron en las estructuras proteicas naturales que presentan algunos virus, incluido el coronavirus, para crear un andamio de proteínas recombinantes en forma de anillo al que incorporaron miniproteínas previamente diseñadas en estudios anteriores.
Esta innovadora estructura, denominada RLP-1,3, contiene una veintena de puntos de unión que se ensamblan en nanopartículas estables, biocompatibles y homogéneas. Estas partículas se adhieren con gran potencia a la proteína Spike-ACE2, responsable de la entrada del virus en las células humanas, bloqueando su capacidad de infección.
“El poder de unión al virus de esta nueva nanopartícula supera al de los anticuerpos monoclonales y a las terapias hiperimmunes actualmente aprobadas”, explicó Salvador Ventura, investigador del IBB-UAB y director del Instituto de Investigación e Innovación Parc Taulí (I3PT), quien colideró el proyecto.
Además, los científicos descubrieron que el nanoanillo puede emplearse también para el diagnóstico de la infección, con una sensibilidad superior a la de los test comerciales actuales.
Una herramienta adaptable frente a futuras pandemias
Uno de los aspectos más prometedores del hallazgo es su versatilidad. El diseño permite reemplazar las miniproteínas para dirigirlas contra otros virus de interés, lo que abre la puerta a una plataforma modular capaz de actuar frente a distintos patógenos emergentes.
“El sistema puede adaptarse rápidamente para inhibir otros virus, lo que ofrece una alternativa eficaz ante posibles brotes o pandemias futuras”, destacó Ventura.
Con este avance, los investigadores demuestran que la biotecnología no solo puede mejorar la respuesta ante enfermedades actuales, sino también preparar a la humanidad frente a los virus del mañana.