Con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer cifras que retratan la gravedad del problema en México: el 88.4% de las muertes por cáncer de mama ocurrieron en zonas urbanas, y los estados del norte concentran los mayores índices de mortalidad.
En 2024, este tipo de cáncer se mantuvo como la primera causa de muerte por tumores malignos, afectando principalmente a mujeres. De las 8 mil 451 defunciones registradas, el 99.2% correspondió a mujeres y apenas el 0.8% a hombres.
Las estadísticas también revelan una preocupante tendencia al alza: la tasa de defunciones aumentó de 15.69 en 2017 a 18.68 en 2024, con mayor incidencia entre mujeres de 50 a 59 años, que representaron el 31.7% de los casos diagnosticados.
Pese al avance en tratamientos, el acceso sigue siendo desigual. En los últimos dos años, de los más de 176 mil pacientes diagnosticados, sólo el 62% recibió atención médica —ya fuera quimioterapia, radiación, cirugía o tratamiento para el dolor— mientras que el 38% no tuvo ningún tipo de intervención.
Por entidad federativa, Chihuahua lidera con el 27.6% de las defunciones entre mujeres mayores de 20 años, seguido por Baja California Sur (24%), Colima (22.5%), Coahuila y Sonora (22.3%), así como Aguascalientes, Nuevo León y Baja California (21.8%).
En contraste, Guerrero (12.7%), Tlaxcala (12.9%), Oaxaca (13.2%), Chiapas (14.1%) y Campeche (14.2%) registraron los menores porcentajes de muertes por este tipo de cáncer.
Las cifras del Inegi ponen sobre la mesa un llamado urgente a fortalecer la detección temprana, el acceso equitativo a tratamientos y las campañas de prevención en todo el país. Detrás de los números hay miles de historias de mujeres que, pese a su lucha, no lograron vencer una enfermedad que sigue cobrando vidas cada día.