El fabricante japonés Honda Motor suspendió hasta nuevo aviso la producción de vehículos en su planta de Celaya, Guanajuato, debido a la escasez de componentes electrónicos provocada por las tensiones internacionales en torno a la compañía de semiconductores Nexperia, informó este jueves el diario Nikkei.
La medida afecta la producción de la SUV HR-V, uno de los modelos más vendidos por la marca en Norteamérica y fabricado principalmente en México. La planta guanajuatense, con una capacidad anual cercana a las 200 mil unidades, es un centro estratégico de exportación hacia Estados Unidos, el mercado más importante para Honda.
La empresa no precisó cuántas unidades dejarán de producirse ni la duración del paro, aunque aseguró estar haciendo “todo lo posible para minimizar el impacto de la escasez”. En contraste, la planta de motocicletas que Honda mantiene en México opera con normalidad, según declaraciones citadas por el medio japonés.
La interrupción está vinculada a la crisis que enfrenta Nexperia, fabricante neerlandés de semiconductores de capital chino, luego de que el gobierno de los Países Bajos interviniera la compañía por motivos de seguridad nacional. En respuesta, China restringió el pasado 4 de octubre las exportaciones de productos de Nexperia, generando un efecto dominó en la cadena global de suministro de chips.
Honda utiliza semiconductores estándar de Nexperia en unidades de control eléctrico y otros sistemas de algunos de sus modelos, por lo que la restricción ha generado cuellos de botella entre sus proveedores.
El fabricante japonés confirmó que también comenzó a ajustar su producción en Estados Unidos y Canadá, aunque sin detallar la magnitud del impacto.
En 2024, Honda vendió 1.61 millones de vehículos en Norteamérica, lo que representa casi el 40% de sus ventas globales. Una desaceleración prolongada en este mercado podría afectar significativamente sus ganancias del ejercicio fiscal que concluye el 31 de marzo de 2026.
Hasta el momento, Honda no ha emitido un comunicado público sobre la suspensión de actividades en México, pero fuentes cercanas al sector advierten que el episodio refleja la creciente vulnerabilidad de la industria automotriz global ante conflictos geopolíticos en la cadena tecnológica.
 
        