México prepara una renovación profunda en el diseño de las cajetillas de cigarrillos como parte de una estrategia nacional para reducir el consumo de tabaco y nicotina, confirmó el subsecretario de Salud, Ramiro López Elizalde, en una entrevista concedida a Infobae México durante la COP11 del Convenio Marco para el Control del Tabaco, celebrada esta semana en Ginebra.
El funcionario explicó que el país trabaja en aumentar el tamaño y alcance de las advertencias sanitarias, e incluso en transformar la forma misma de las cajetillas, siguiendo ejemplos recientes como el de Canadá, que implementó empaques “difíciles de sostener” y mensajes impresos directamente en cada cigarrillo.
“Estamos en eso… no solo en aumentar los mensajes, sino también en regular cómo y dónde se venden, para que no estén al alcance de los niños”, señaló López Elizalde.
Alineados con el mundo: México busca fortalecer su regulación
El subsecretario remarcó que México promueve la homologación regional de políticas para evitar quedar aislado frente a la influencia de la industria tabacalera. “La mejor estrategia costo-efectiva hoy es una regulación estricta”, afirmó, tras convocar en la COP11 a la creación de un frente internacional unido contra el tabaquismo y los nuevos dispositivos con nicotina.
El país ya cuenta con una normativa robusta: según el informe anual de la Canadian Cancer Society, México tiene advertencias gráficas que cubren 30% del frente y 100% de la parte trasera, con un promedio total de 65% del empaque. Esto coloca al país entre los líderes de la región junto con Brasil y Venezuela, especialmente por la cobertura total en la parte posterior.
Desde 2010, se han aplicado 14 rondas de advertencias pictográficas, en línea con las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque aún falta alcanzar el tamaño frontal recomendado para maximizar el efecto disuasivo. Actualmente, México ocupa el lugar 36 a nivel global en etiquetado sanitario.
“Estamos reforzando esas medidas y espero pronto tengamos buenas noticias para mejorar ese ranking”, adelantó el subsecretario.
Una crisis de salud pública: 63 mil muertes al año y el riesgo creciente de nuevos dispositivos
López Elizalde subrayó que el objetivo principal no es aumentar la recaudación fiscal, sino salvar vidas. Recordó que más de 63 mil muertes anuales en México están vinculadas al consumo de tabaco y nicotina. Un ajuste de apenas tres pesos por cajetilla en el impuesto podría salvar hasta 50 mil vidas en diez años, según estimaciones oficiales.
El subsecretario también alertó sobre el auge de dispositivos electrónicos y vapeadores, cuya venta y consumo México restringió hace año y medio para evitar que estos productos ganen terreno entre jóvenes.
“Las empresas dirigen sus campañas a niños y niñas. Los hacen atractivos y venden la idea de que son menos dañinos, pero la evidencia no respalda esa premisa”, puntualizó.
Nuevas herramientas, sanciones más duras y coordinación internacional
El gobierno también evalúa incorporar herramientas digitales de comunicación de riesgo, como los chatbots informativos desarrollados recientemente por Uruguay. Además, prepara un fortalecimiento de la vigilancia y sanciones regulatorias, apoyado por equipos multidisciplinarios listos para enfrentar litigios de la industria tabacalera.
La experiencia de países como Filipinas, Brasil y Panamá ya sirve como modelo para México, que planea adaptar mecanismos exitosos a su propio marco regulatorio.