La Cámara de Diputados aprobó reformas constitucionales que prohíben totalmente el uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos en México, con penas que llegan hasta ocho años de prisión por su venta. Con 324 votos a favor y 129 en contra, los legisladores avalaron el dictamen derivado de una iniciativa enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum.
La reforma modifica la Ley General de Salud para prohibir “en todo el territorio nacional” la adquisición, producción, fabricación, transporte con fines comerciales, almacenamiento, importación, exportación, distribución, venta y suministro de estos dispositivos, así como cualquier acto de publicidad o propaganda. Además, establece multas de 100 a 2 mil UMA, equivalentes a entre 11 mil 314 y 226 mil 280 pesos.
El dictamen reconoce al “vapeo” como una amenaza a la salud pública y da nuevas facultades a la Secretaría de Salud para fortalecer la infraestructura, el abasto de medicamentos y la coordinación del Sistema Nacional de Salud.
Durante la discusión, la oposición acusó al oficialismo de “abrirle la puerta” al crimen organizado al dejar sin regulación un producto de alto consumo. La diputada Iraís Reyes, de Movimiento Ciudadano, señaló que la prohibición fomentará el mercado ilegal y calificó de “hipócritas” a legisladores que, según dijo, consumen vapeadores.